Os pongo información sobre lo último que he leido o estoy leyendo.
1.- El último libro que he leido, para los que os guste la novela histórica, en este caso Esparta.
Hijos de Heracles
2.- Libros que tengo empezados:
Un Thriller, leí la sipnosis y me gustó, no llevo mucho leido de momento me gusta.
Si el título es una premonición, al menos no nos aburriremos cuando vayamos al más allá. Ojo, que me refiero al título no tiene nada que ver con el contenido.
La Biblioteca de los Muertos
Otra novela histórica, ésta sobre la vida de un azteca y sus costumbres, informe solicitado por Carlos V.
Azteca
Y el último que tengo más avanzado y que creo que terminaré antes:
Sobre la vida de Jaco Pastorius, el mejor bajista del mundo. Un genio. Murió joven. Siempre es dificil ser uno mismo.
Jaco Pastorius
Solo Jaco Pastorius
3.- Lecturas previstas:
Quiero meterle mano de nuevo, a la Trilogía de Escipión, lo haré cuando acabe Azteca.
Cuando acabe la Biblioteca de los Muertos, quiero comprarme El Afinador de Pianos.
Y para la parte musical, un libro sobre Joe Zawinul, lider de Weather Report, pero no sé si existe en español, espero que si.
Y sobre otra de mis pasiones:
Comics: Además de seguir leyendo Comics Marvel, por cierto Stan Lee, creador de "La Casa de las Ideas", y al que habéis visto siempre camuflado en las películas basadas en personajes Marvel (buscadlo en Spiderman, por ejemplo), se ha pronunciado en contra de una ley que quieren sacar en Estados Unidos para prohibir los video-juegos violentos. La ha comparado con la censura que pretendían imponer a los comics en sus comienzos. Si esta ley hubiera salido adelante, no habríais onocido a los 4 Fantasticos, y os hubierais perdido a la Chica Invisible (Jessica Alba). (A mi me gusta más Fenix).
Para ampliar información:
Artículo en barrapunto
Para los que no tengáis ganas de investigar, estas son las escenas donde aparece Stan Lee.
Los cameos de Stan Lee
Aparte de Marvel, estoy leyendo "The Sandman", el Señor de los Sueños, no me refiero a Julio Becerra, si no al personaje de Neil Gaiman, ha salido el Volumn 2, titulado Deseo.
No suelo leer otros comics que no sean Marvel, Plum me recomendó 100 balas, pero si se hubiera llamado 101 balas, lo habría leido. No me gusta leer más comics porque luego me pico y no tengo más tiempo para dedicarle a estas cosas.
The Sandman, es un eterno, en otro momento conocido como Morfeo, que tras permanecer años en cautiverio consigue escapar al quedarse dormidos sus vigilantes, su mundo, su reino ha cambiado mucho e intenta recuperarlo.
Os copio la introducción que aparece en este Tomo:
Seguramente, lo único desolador de la excelencia sea que hace que el hecho de vivir en un mundo de mediocridad se convierta en un continuo infierno. La sutil aflición perturbadora.
Miguel Ángel escribió: "Las nimiedades hacen la perfección, y la perfección no es ninguna nimiedad". No es una expresión para los tiempos que corren, para un mundo de cadenas de montaje donde se le echa la culpa al vecino y se contamina sin freno.
La perfección, la excelencia. Qué amante tan apasionada. Pero cuando se han besado los labios de la excelencia, cuando uno ha sucumbido a su perfección, que áridas, pesadas e inanes son las horas de vigilia, aberrojado por lo ordinario, lo apenas aceptable, lo pasable y nada más.
Por desgracia, las vidas de casi todo el mundo están cortadas por ese patrón. Se conforman con lo que está al alcance de la mano, compran el cliché porque el sueño supemo se ha agotado, aprenden a evitar el riesgo de dar un salto que da vertigo.
Miguel de Unamuno (1864-1936) escribió: "Solo el que ensaya lo absurdo es capaz de conquistar lo imposible". Asi pues, el paradigma se convierte en todas las sombras de Salieri incapaces de tocar la realidad de Mozart, todos los Antonios con un talento respetable pero no increiblemente dotados que despotrican frustados del esporádico Amadeus. En alguien sin talento y del montón, la excelencia produce placer y asombro; pero en quien tiene un mínimo de talento produce odio y una envidia que hierve cual grasa de oveja.
La excelencia no le rinde cuentas a nadie, ni debe tributo alguno; ni agacha la cabeza ante ningún régimen. Existe pura y plena, como la cara plateada de la Luna. Intocable, inalcanzable, exquisita. Pero frustrante, pues nos recuerda cuanta mediocridad soportamos a lo largo de la semana.
Hasta aquí la cita, para que luego digan que leyendo comics no se aprende.
Y hablando de música esto es lo próximo que espero comprarme:
miércoles, 22 de septiembre de 2010
viernes, 3 de septiembre de 2010
Nuevos Episodios de N.C.I.S.
Esta noche han puesto el que creo que es el primer capítulo de una nueva temporada de Navy Investigación Criminal en la sexta, realmente se trata del episodio 16 de la séptima temporada americana.
Me gusta esta serie, cuanto más la veo más de gusta, y si bien antes la veía pero no le prestaba mucha atención ahora es de las poquitas que veo. Otras de mis series favoritas son: C.S.I. Las vegas y House; aunque las últimas temporadas he dejado de verlas pues con tantos anuncios me aburro terriblemente y prefiero luego comprarlas cuando salen en DVD.
House tengo que seguir viéndola, pues últimamente mi carácter creo que se está "dulcificando" y estoy perdiendo mi punto borde, pero prometo ponerme al día y recuperarlo rápido. Estais advertidos, luego no digáis que no os he avisado, el aviso va más que nada para los conocidos, pues los amigos si aún no me han dado por imposible no creo que lo hagan ahora.
Tengo que retomar la frase de la Autobiografia de Eric Clapton: "Soy un agrador de gente crónico, pero lo estoy dejando"; creo que debo comprarme una pizarra como la de Bart Simpson y escribir todos los días varias veces esa frase.
Pero bueno, volvamos al tema que da título al "punto" de hoy.
El episodio de hoy cuyo titulo original era "Mother´s Day", "El día de la madre", me ha gustado.
Ha habido un dialogo fantástico que más o menos es el siguiente, no lo he encontrado por ahi en inglés así que escribiré lo que recuerdo.
La abogada Margaret Allison Hart a la que Leroy Jethro Gibbs le está planteando un caso, le dice a éste: "Parece mentira que la gente siga querellándose, cuando estamos pasando la peor crisis de la historia".
A lo que Jethro responde: "Siempre es mejor eso, a que anden matándose".
Allison le contesta; "Eso es lo que hacen si pierden".
Bueno y dicho lo dicho, os dejo en paz por hoy.
Me gusta esta serie, cuanto más la veo más de gusta, y si bien antes la veía pero no le prestaba mucha atención ahora es de las poquitas que veo. Otras de mis series favoritas son: C.S.I. Las vegas y House; aunque las últimas temporadas he dejado de verlas pues con tantos anuncios me aburro terriblemente y prefiero luego comprarlas cuando salen en DVD.
House tengo que seguir viéndola, pues últimamente mi carácter creo que se está "dulcificando" y estoy perdiendo mi punto borde, pero prometo ponerme al día y recuperarlo rápido. Estais advertidos, luego no digáis que no os he avisado, el aviso va más que nada para los conocidos, pues los amigos si aún no me han dado por imposible no creo que lo hagan ahora.
Tengo que retomar la frase de la Autobiografia de Eric Clapton: "Soy un agrador de gente crónico, pero lo estoy dejando"; creo que debo comprarme una pizarra como la de Bart Simpson y escribir todos los días varias veces esa frase.
Pero bueno, volvamos al tema que da título al "punto" de hoy.
El episodio de hoy cuyo titulo original era "Mother´s Day", "El día de la madre", me ha gustado.
Ha habido un dialogo fantástico que más o menos es el siguiente, no lo he encontrado por ahi en inglés así que escribiré lo que recuerdo.
La abogada Margaret Allison Hart a la que Leroy Jethro Gibbs le está planteando un caso, le dice a éste: "Parece mentira que la gente siga querellándose, cuando estamos pasando la peor crisis de la historia".
A lo que Jethro responde: "Siempre es mejor eso, a que anden matándose".
Allison le contesta; "Eso es lo que hacen si pierden".
Bueno y dicho lo dicho, os dejo en paz por hoy.
jueves, 26 de agosto de 2010
ABURRIMIENTO
Llevaba casi un mes sin escribir nada, concretamente desde el día 2 de agosto, hoy no es que me apetezca mucho escribir, pero quiero contaros como me siento.
Es probable que en los primeros días de septiembre se empiece a resolver el tema del juicio que tengo pendiente, y por medio del cual el piso de mi madre se repartirá al 50% entre el sobrino espabilao de la cuñada de mi madre y yo.
Es curioso que la gente se permita opinar muchas veces sin saber, y hablen de las personas que son buenas o malas sin conocerlas o sin saber las causas de determinadas actuaciones, lo que está claro que es por sus hechos los conoceréis y la vista está de como un "artista" presuntamente estafa a una anciana y pone medio piso a su nombre, y luego que ocurre... nada, que han pasado siete años, y el delito ha prescrito, porque así es mejor, así la justicia tiene menos trabajo, y así nos va con la gentuza que hay en este pais.
Su abogado ha argumentado que el delito ha prescrito, lo cual lo deja todo bastante claro, no hay defensa, no hay documentos que acrediten su verdad, y no hay documentos que demuestren que lo que yo digo no es cierto... simplemente ha prescrito.
Antes tenia la esperanza de meterlo en la cárcel, que es donde se merece, a ver si con suerte no salía de allí, pero ahora como hay delito me tengo que meter en un tema civil, algo que es únicamente económico, y que no solo no me compensa el riesgo de las costas que puedo llegar a pagar con el importe de mierda de medio piso, y además yo no quería el dinero, ojalá me hubiera podido gastar el valor total del piso en demostrar que ese tipejo es un sinvergüenza, y en meterlo en la cárcel, y así tener una satisfacción como se decia antiguamente.
Luego cuando en las noticias sale que un tío aparece muerto en la puerta de su casa, de un disparo y que siempre parece ser que es por asuntos de drogas, acabas dandote cuenta que a saber lo que habrá hecho ese artista; si no ha tensado tanto la cuerda que a alguien se le ha ido la pinza, y se ha quedado la mar de feliz de ver que al menos de una u otra forma se hace justicia.
Ojo por ojo... ya lo dijo áquel.
Como consecuencia de esto, he dejado de hablarme, lógicamente, con la cuñada de mi madre, mi tía política, a la que ya no considero mi familia, solo un montoncito más de mierda que he dejado abandonada a lo largo de este camino.
Ponte enfermo, así conocerás a tus amigos... y también a tus familiares.
Todo esto hace que me sienta a veces muy cansado, y otras terriblemente aburrido, para que vale luchar tanto, levantarte todos los días para ir a trabajar, si luego la vida es una mierda, y en el espacio de tiempo que tienes para ti mismo, no eres feliz.
El cansancio se pasa, duermes más o menos bien, según los días, y descansas. Pero el aburrimiento, es horrible, no tienes ganas de nada, las cosas te parecen cada vez más difíciles, y sobre todo no le encuentras sentido a las cosas, ni a la lucha diaria. Si todos los dias son iguales de que sirve "disfrutar" de un nuevo día igual que el anterior.
Hacer las mismas cosas, repetir los mismo gestos tristes, ver las mismas caras serias, y no ver nada que te indique que todo esto vaya a mejorar. ¿Para qué sirve?
Es probable que en los primeros días de septiembre se empiece a resolver el tema del juicio que tengo pendiente, y por medio del cual el piso de mi madre se repartirá al 50% entre el sobrino espabilao de la cuñada de mi madre y yo.
Es curioso que la gente se permita opinar muchas veces sin saber, y hablen de las personas que son buenas o malas sin conocerlas o sin saber las causas de determinadas actuaciones, lo que está claro que es por sus hechos los conoceréis y la vista está de como un "artista" presuntamente estafa a una anciana y pone medio piso a su nombre, y luego que ocurre... nada, que han pasado siete años, y el delito ha prescrito, porque así es mejor, así la justicia tiene menos trabajo, y así nos va con la gentuza que hay en este pais.
Su abogado ha argumentado que el delito ha prescrito, lo cual lo deja todo bastante claro, no hay defensa, no hay documentos que acrediten su verdad, y no hay documentos que demuestren que lo que yo digo no es cierto... simplemente ha prescrito.
Antes tenia la esperanza de meterlo en la cárcel, que es donde se merece, a ver si con suerte no salía de allí, pero ahora como hay delito me tengo que meter en un tema civil, algo que es únicamente económico, y que no solo no me compensa el riesgo de las costas que puedo llegar a pagar con el importe de mierda de medio piso, y además yo no quería el dinero, ojalá me hubiera podido gastar el valor total del piso en demostrar que ese tipejo es un sinvergüenza, y en meterlo en la cárcel, y así tener una satisfacción como se decia antiguamente.
Luego cuando en las noticias sale que un tío aparece muerto en la puerta de su casa, de un disparo y que siempre parece ser que es por asuntos de drogas, acabas dandote cuenta que a saber lo que habrá hecho ese artista; si no ha tensado tanto la cuerda que a alguien se le ha ido la pinza, y se ha quedado la mar de feliz de ver que al menos de una u otra forma se hace justicia.
Ojo por ojo... ya lo dijo áquel.
Como consecuencia de esto, he dejado de hablarme, lógicamente, con la cuñada de mi madre, mi tía política, a la que ya no considero mi familia, solo un montoncito más de mierda que he dejado abandonada a lo largo de este camino.
Ponte enfermo, así conocerás a tus amigos... y también a tus familiares.
Todo esto hace que me sienta a veces muy cansado, y otras terriblemente aburrido, para que vale luchar tanto, levantarte todos los días para ir a trabajar, si luego la vida es una mierda, y en el espacio de tiempo que tienes para ti mismo, no eres feliz.
El cansancio se pasa, duermes más o menos bien, según los días, y descansas. Pero el aburrimiento, es horrible, no tienes ganas de nada, las cosas te parecen cada vez más difíciles, y sobre todo no le encuentras sentido a las cosas, ni a la lucha diaria. Si todos los dias son iguales de que sirve "disfrutar" de un nuevo día igual que el anterior.
Hacer las mismas cosas, repetir los mismo gestos tristes, ver las mismas caras serias, y no ver nada que te indique que todo esto vaya a mejorar. ¿Para qué sirve?
lunes, 2 de agosto de 2010
CORAZÓN ENAMORADO
Como no todo van a ser tristezas, he escrito una historia imaginaria alrededor del poema del otro día, aparte de que la historia en si es ficticia, hay algún personaje inventado que he colado en la historia como si fuera real.
No sé si Gloria Lasso canto la canción que le atribuyo y ni tan siquiera sé si la letra es exactamente así.
Tanto las poesias de Neruda (1) y (6), como de Bécquer (3) y (4) están tal cual.
Las letras de las canciones, son de la copla que está en mi boca, cantada por Jarcha (2), y de la Tonada de un Viejo Amor, Letra de Jaime Dávalos y música de Eduardo Falú, aunque yo la tengo cantada por Juan Carlos Bagglieto en el álbum Postales de este lado del mundo (5). La introducción es diferente a la original, y a mi personalmente me gusta más. La pongo al final para que la disfrutéis, pero antes leed, si os place.
Los textos en cursiva no son míos.
CORAZÓN ENAMORADO
CAPÍTULO UNO:
ÉL
Como cada viernes, estaba terminando de arreglarse para salir, un poco de Old Spice como su personaje favorito de televisión, todo un clásico, pensaba mientras sonreía; y al igual que aquel también había creado sus propias reglas:
Primera regla: Siempre un toque de Old Spice, ella le había dicho que le gustaba como olía.
Segunda regla: Siempre un libro de poesía en la mano, como la primera vez que la vio, como aquel día que ella siquiera reparó en él, mientras leía sentada en la Glorieta de Bécquer.
Tercera regla: Nunca agobiarla. Está regla la creó cuando por fin se decidió a cruzar alguna palabra con ella.
Cuarta regla: Nunca besarla por la calle. Notaba que ella se sentía incómoda.
Quinta regla: Solo besarla en la Glorieta de Bécquer, su rincón particular, su mundo.
Para él era el día más importante de la semana, ya que solo los viernes se encontraba con ella, no obstante hoy sería especial, pues hoy tenía algo muy importante que decirle, hoy le diría que había tomado por fin una decisión, que la quería solo para él, que no podía vivir sin ella, que los minutos sin ella eran horas, las horas eran días, los días semanas, las semanas meses, y que toda una vida sin verla, no sería vida.
Mientras pensaba esto, recordó que hoy era viernes 13, y sonrió, pensó que igual no era un buen día para dar noticias importantes, pero él nunca había sido supersticioso, y no iba a empezar a serlo hoy precisamente.
Cerró los ojos, y recordó la primera vez que la vio, allí en su mundo, en ese mundo que luego sería de los dos, no se atrevió a cruzar palabra con ella.
Ella tenía en sus manos, “20 poemas de amor y una canción desesperada”, recordaba que se sentó a suficiente distancia para verla sin molestarla, sin que ella notara su presencia ni la distrajera de su lectura. Estuvo un buen rato absorto contemplándola, mirando su piel pálida e imaginando que de pronto desaparecería y que tanta belleza no era real, sino fruto de su imaginación.
Luego jugó a adivinar que poema estaría leyendo, y soñaba con que el estaba sentado a su lado, la abraza tiernamente, apenas sin tocarla para que no se alejara volando de allí como si fuera una de las golondrinas del poeta, y él le leía en voz alta los poemas de Neruda, el poeta amado por las mujeres, el poeta amado por el pueblo.
Recordaba que siguió yendo a diario a aquel rincón del parque, a esperarla, y como si de un loco enamorado se tratara, permanecía allí sentado a escasos metros de la Glorieta, hasta que la luna iluminaba a Becquer, que parecía esperarla para recitar en silencio sus poemas, esperando que con su luz diera rienda suelta a su fantasía de poeta.
La esperaba allí a diario, ahora no trabajaba por las tardes, pero había preferido no decir nada en casa, para que las tardes fueran suyas, solo suyas y de la lectura.
Muchas tardes las pasó en la biblioteca pública, junto al costurero de la Reina, imaginando otro mundo, un mundo de personajes ficticios, donde los caballeros recitaban poemas a las damas, y estas ruborizadas dejaban caer un pañuelo o una rosa tal vez, que ellos guardarían el resto de sus vidas, sabedores de que su amor era imposible como siempre sucede en los cuentos.
Así pasaba sus tardes, o caminando por el Parque de María Luisa, donde entre deportistas que daban sus interminables vueltas al Parque, de vez en cuando se cruzaba con alguna pareja de enamorados, y trataba de imaginar como eran, que historia de amor se escondía tras aquellos paseos, y aquellos besos.
Desde que la vio, paseaba con un libro de poemas en la mano, Becquer, Cernuda, Guillen. Nunca Neruda, no podía ya leer los poemas de D. Pablo sin imaginarla a ella sosteniendo el libro entre sus manos.
Iba cada día, y cada día se marchaba sin verla, ella no aparecía y pensó que como a la Beatriz de Dante, no volvería a verla más y que estaría enamorado toda la vida de ella a pesar de haber tenido solo aquel encuentro fugaz, y apenas inexistente, otras veces pensó que ella no existía, que él la había imaginado, la recordaba tan perfecta que dudaba de que existiera en realidad, o de que solo habitara entre aquellas sombras, y que tal vez ella lo había visto y solo salía cuando él se marchaba cabizbajo, dolida quizás de que él hubiera invadido su espacio.
Pero no era así, ella era real, y el viernes siguiente volvió a encontrarla sentada en aquel mismo lugar, leyendo de nuevo a Neruda, con su mirada perdida entre las letras, viviendo de sus poemas, él se atrevió a imaginar que sus ojos escondían alguna tristeza, pero desechó la idea pensando que todos los que leen poesías siempre tienen algo especial en la mirada, algo que los hace diferentes de los demás.
Recordaba aquel día que llegó más tarde que de costumbre, y el banco desde donde la observaba estaba ocupado, pensó marcharse pero no podía perder la oportunidad de verla, de soñar que era suya, de que le leía poemas, y de que ella perdía aunque solo fuera durante un breve espacio de tiempo esa mirada triste, y la imaginaba sonreír, quería imaginar que la hacía sonreír, y sus risas volaban hasta perderse en el cielo de Sevilla, hasta que la Luna, recogía una a una sus carcajadas, y en una caja de nácar las iba guardando una a una, colocándolas con mucho cuidado donde las iba ordenando por días o por tamaño.
Así que casi temblando, se dirigió al único lugar donde podía sentarse, y estar cerca de ella, y donde la observaría apenas de reojo para no molestarla, entró en la Glorieta y le dijo un tímido buenas noches, al que ella no respondió quizás porque apenas llego a oírlo o porque su mente vagaba libre como una barca mecida por olas de palabras.
El se sentó en silencio, abrió su libro, y no fue capaz de leer ni una sola palabra, casi sin darse se cuenta, se encontraba mirándola a escondidas intentando no ser descubierto, lo hacía de forma inconsciente y se sentía avergonzado de invadir su intimidad, y apartaba la mirada de ella, pero al poco rato se encontraba de nuevo observándola, el mundo parecía haberse parado, y ni siquiera oía los sonidos habituales, no se oían pájaros, ni los pasos de los enamorados que aún caminaban por allí alejados de las miradas del mundo, no se oía nada, salvo su respiración, y el leve pasar de las páginas del libro.
Seguía soñando con que él fuera quien le leyera esos poemas, o cualquier otro, y así sin darse cuenta, se encontró a si mismo mirándola y diciéndole: “Me gusta cuando callas”…
El mismo se sorprendió, e intentó parar, pero de su boca seguían saliendo más versos, como si él ya no fuera dueño de sus actos, y algo en aquel lugar mágico lo hubiera poseído:
“Me gusta cuando callas, porque estás como ausente,
y me oyes de lejos, y mi voz no te toca,
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.” (1)
Ruborizado, intentó alejarse de ella, ya recobrado el sentido, que creía haber perdido para atreverse a molestarla, pero cuando daba el primer paso que la alejaría de ella para siempre, ella le respondió:
“Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.” (1)
Vio como ella cerraba el libro, y se movía en su asiento para hacerle un breve espacio donde él pudiera sentarse, y permanecer juntos.
Estuvieron así sin hablarse, de vez en cuando se producía un leve roce de sus cuerpos, y al momento él se separaba un poco temiendo rozarla, y que ese roce la hiciera alejarse para siempre.
A las once en punto, ella se levantó, y cuando comenzaba a alejarse, se dio la vuelta, a lo que el respondió poniéndose de pie de un salto, ella lo miro a los ojos, le tendió la mano, y le dijo. “Soy una golondrina, que al contrario que todas mis hermanas siempre vuelve a este lugar”. “Volveré el viernes”.
Él apenas era capaz de articular palabra, extendió su mano, y estrechó la suya, pensó besársela, pero se contuvo, y tan solo fue capaz de decir en un susurró: “Aquí estaré”.
Con estos pensamientos, cerró la puerta, pensando que hoy le diría que la quería y quería pasar el resto de su vida con ella.
CAPÍTULO DOS:
ELLA
Como cada viernes, estaba terminando de recoger las cosas, esperando que su hijo se marchara con los amigos. Su marido se quedaba cuidando a su madre enferma, y ella se escaparía de esa jaula dorada en la que vivía para volar libre, como solo hacía ese día.
No sabía que pensar, ella era feliz allí, pero le faltaba algo, y a veces se sorprendía a si misma cantando esa canción de Gloria Lasso: “Como se puede querer a dos hombres a la vez, y no estar loca”; pero no podía evitarlo, su marido ya no era su amor, era el cariño, la amistad, ese sentimiento que solo se puede adquirir con el paso de los años y el contacto, y muchos viernes, pensaba no acudir a su cita, dejarlo todo para seguir igual, pero no podía evitarlo, necesitaba abandonar ese lugar seguro, para buscar la pasión, el deseo, y sentirse de nuevo enamorada, con ese sentimiento que solo se tiene en el primer amor, independientemente del momento en que llegue a tu vida.
Se consolaba pensando que no hacía nada malo, que apenas se habían besado, que de ahí no pasarían, e incluso imaginaba que no era ella la que hacía esas cosas, que otro personaje ocupaba su cuerpo cuando encaminaba sus pasos hacia el Parque de María Luisa a su encuentro.
Muchas veces decidió no ir, pero nunca pudo dejar de hacerlo, imaginar no verlo le resultaba una carga tan pesada, tan insoportable que siempre volvía a su encuentro, siempre volvían a cogerse de la mano, siempre se daban un beso al llegar a su Glorieta, y allí permanecían hasta las once en punto de la noche, cuando ella temerosa de que quizás si permanecía allí más tiempo ese cuento mágico terminara para siempre, a las once sin mirar el reloj siquiera, ambos se levantaban en silencio, y se daban un beso de despedida, un beso que ya valía toda una vida juntos y que les daba fuerzas y alegría para esperar al viernes próximo para verse.
Ella siempre, cuando empezaba a alejarse, se volvía y le tendía la mano, y le decía: “Volveré el viernes”, él siempre le respondía “Aquí estaré”
Sabía que hoy sería diferente, había recibido malas noticias, y no quería dejar de decírselo, hoy por fin se habían confirmado sus peores temores, pero no quería engañarlo… a él no.
Mientras pensaba esto, se dio cuenta que era viernes 13, y pensó en lo irónica que resultaba esa fecha para dar malas noticias.
CAPÍTULO TRES:
ELLOS
A la hora habitual, como cada viernes, Enrique esperaba en la parada de autobuses a que llegara ella, siempre mientras la esperaba temía que ella no apareciera, sabía que no le resultaba fácil dar ese paso, y sabía que cualquier viernes ella no aparecería, igual que sabía que él seguiría yendo a esperarla, aunque nunca más apareciera.
No podía evitar recordar la misma canción:
Golondrinas de Egipto ¿a qué han venido?
Por siete golondrinas que se han perdido.
No hay quien les diga
que en mi casa se esconden las golondrinas (2)
Le gustaba soñar, que aunque vinieran a buscarla, no la encontrarían, que él la escondería allí en aquel mundo secreto, donde nadie podría separarlos nunca, y menos a partir de esa noche, donde le diría que quería vivir con ella para siempre.
Con el retraso habitual, el autobús se detuvo, y ella vio como él la buscaba con la vista, temeroso de que no hubiera acudido a la cita, eso siempre la hacía sonreír, pues el muy tonto aún no se había dado cuenta de que por mucho miedo que sintiera ella no podía faltar a la cita con su amado.
Bajó del autobús, y él la observó algo nerviosa, parecía triste, en sus ojos se notaba que había estado llorando, y temió que ese sería el último viernes que ella acudiría a la cita, que había decidido romper para siempre esa relación, que ella creía imposible, y que hoy dejaría de verla para siempre.
Cuando estuvieron juntos, apenas fueron capaces de cruzar palabra, él no se atrevió a tomarla de la mano, como hacía siempre, allí donde se sentían libres de miradas inoportunas, comenzaron a andar pero fue ella quien le agarró la mano con la misma ternura con que lo hacía siempre, y notó como le apretaba la mano con más fuerza, como si tuviera miedo de que una fuerza invisible fuera a separarlos para siempre.
Así se dirigieron hacía la Plaza de España, caminaron en silencio como siempre, con sus respectivos libros en la mano que su amor les dejaba libre, y continuaron caminando en silencio hasta sentarse ante la mirada de D. Gustavo Adolfo que parecía bendecir aquel amor secreto con su silencio.
Él no se atrevió a hablar y ambos abrieron sus libros por donde los habían dejado la semana anterior, donde se había parado el tiempo para ellos, y solo reanudaron la lectura cuando las manecillas de su reloj imaginario comenzó a andar de nuevo, un reloj que solo medía el tiempo cuando estaban juntos. El único tiempo posible.
Ella parecía leer como siempre, aunque él que ya se había acostumbrado a oírla solo a ella, notaba su respiración más agitada que de costumbre, él en cambio no era capaz de leer, sabía que algo raro estaba pasando, y tenía miedo, un miedo terrible le recorría el cuerpo, y sentía como las estatuas del banco le transmitían el frío de la piedra, un frío que nunca había sentido antes.
Recordó que otras veces, le había parecido ver que los enamorados se les quedaban mirando, pero hoy no vio ninguno.
Recordó que otras veces había oído las risas de las estatuas, que acompañaban a las bromas y a las palabras de amor que él siempre le decía:”Te quiero”, “Te he echado tanto de menos”, “¿Has pensado en mi?”, “Cada instante que estoy alejado de ti, no vivo”; pero hoy no oyó ninguna risa.
Recordó que otras veces había oído como el poeta les había recitado versos, unos versos que solo ellos podían oír, y que les hacía reír a carcajadas cuando los paseantes los miraban extrañados.
Recordaba algunos de esos versos:
“Tu pupila es azul y, cuando ríes,
su claridad suave me recuerda
el trémulo fulgor de la mañana
que en el mar se refleja.
Tu pupila es azul y, cuando lloras,
las transparentes lágrimas en ella
se me figuran gotas de rocío
sobre una violeta.
Tu pupila es azul, y si en su fondo
como un punto de luz radia una idea,
me parece en el cielo de la tarde
una perdida estrella.” (3)
También recordó como un día les dijo:
“Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
¡esas... no volverán!.” (4)
Hoy, esos versos, le sonaron diferente y no pudo evitar sentir un escalofrío: “¡esas… no volverán!.
Recordó la primera vez que él le recitó los versos de Felix de Arzúa, desconocido para ella:
Erase una Golondrina
que anidó en un limonero
y que vivía en Alcalá
que es tierra de panaderos.
Y aunque podía volar libre
nunca encontraba consuelo
en el fondo vivía triste
como si estuviera en duelo.
Cuando un día... de pronto,
escuchó una voz de lejos
que la llamaba flojito
casi no se oía su ruego.
Y fue escuchando esa voz
que la llamaba: ¡Te quiero!
hasta que escuchó a Sevilla
que siempre sintió esos celos.
Escuchaba en sus campanas
su reclamo mañanero
y hasta las aguas del río
la llamaban, zalamero.
¡Anida aquí a mi sombra
debajo de algún alero!
le pedía el Giraldillo,
siempre él tan lisonjero.
De tanto insistir Sevilla
con su ruego lastimero
la golondrina escuchaba
ya sus palabras en sueños.
Y Sevilla siguió llamando.
Le recitaba requiebros,
le cantaba sevillanas
y los piropos más bellos.
La llamaba La Giralda
allí cerquita del cielo
y en el Patio de Banderas
se escuchaba algún lamento.
La otra torre, la del Oro
lloraba su desconsuelo
porque no podía llamarla
que así los moros la hicieron.
Como lo cuenta Manuel
en esos tan lindos versos
'pa no despertá a Triana'
por eso guarda silencio.
Y la llamaba El Alcazar
con sus banderas al viento.
Las Sierpes y la Campana
y la gente en el revuelo.
El Arenal, la Maestranza,
hasta los mismos toreros
y los coches de caballo
con su lindo tintineo.
En su glorieta en el parque,
Bécquer la espera despierto
componiéndole poesías
que hablan de su regreso.
Y tanto insistió Sevilla
que un día emprendió su vuelo
pero miraba hacia atrás
viendo el Castillo de Albero
Y la Golondrina volaba
subiendo más en el cielo
y mirando hacia lo alto
vio a lo lejos un pandero.
Era el sol que la cegaba
¡¡Alejarme yo no quiero!!
Y fue volando hacia arriba
sin mirar jamás al suelo.
Y siguió volando y volando,
de vista se fue perdiendo,
para no tener que elegir
un solo amor verdadero,
Se fue alejando llorando
hasta perderse en los cielos
y se quedó allí arriba...
y se convirtió en Lucero.
Recordó como ella le había dicho que nunca la había oído, y que nunca había oído versos tan bellos.
Poco a poco fueron pasando las horas, el tiempo, implacable poco a poco seguía su camino, pero tan rápido que a ellos les parecía que volaba más rápido cuando estaban juntos.
Ella se levantó.
Él de nuevo sintió un terrible escalofrío.
Ella lo tomó de la mano, intentó hablarle, pero una lágrima empezó a rodar por su mejilla, y él aportó la mirada hacia el suelo, temeroso.
Ella le tomó la mano, y así cogida con la suya, la colocó sobre su corazón, que él notaba latir acelerado.
Empezó a hablarle, él le tapó la boca con el dedo, y le dijo, no digas nada se que vas a partir y me quedaré solo para siempre, se que nuestro amor es imposible y que estas breves horas que compartimos, no sirven para soportar toda la vida separados.
Ella le hizo guardar silencio, y le dijo, que no era eso, que lo quería como nunca había querido a nadie, que en ese momento de su vida ella había querido elegir un amor, y aunque no lo había hecho conscientemente, ese amor era él, que estaba dispuesta dejarlo todo para compartir el resto de su vida con él, pero sería imposible, y continuó diciendo:
Mi amor, hoy he recibido los resultados, y son…
No hicieron faltas más palabras, el la hizo callar de repente, de nuevo colocó su dedo en sus labios, que temblaban y estaban fríos, y fue poniendo cada pieza en su sitio, su mirada triste, su palidez extrema, a punto estaba de llorar, cuando se contuvo, y comenzó a hablar.
Mi amor, mi dulce amor, no temas, hoy venía preparado para decirte algo, y no quiero marcharme sin decírtelo:
No han hecho falta más palabras para comprender que me amas, que amas como yo te amo a ti, y que este amor que nos ha hecho sentirnos de nuevo jóvenes como quinceañeros en su primer amor, no ha servido para darnos todas las fuerzas que necesitamos para llevar a partir de ahora una vida juntos, pero te juro mi amor, que lo único que deseo en este momento, es permanecer a tu lado, estar siempre juntos, morir junto a ti, y que cuando llegue el día del juicio final, mis cuencas vacías si es que son capaces de ver, sea a ti lo primero que vean.
Cuando ella apenas empezaba a sonreír y a asentir con la cabeza, la luna empezó a filtrar sus rayos entre las ramas de los árboles, y les iluminó con su presencia, mientras que les pareció que Bécquer daba el visto bueno a aquel amor que había nacido allí a su sombra.
Él le tomó su mano y se la colocó junto a su corazón, haciéndole saber que su corazón también galopaba sin control, como el de un jovencito enamorado, entonces y solo entonces él bajó su cara y buscó con sus labios lo de ella, la besó, la sintió suya para siempre y recordó esa bella canción:
“Herida la de tu boca,
que lástima sin dolor,
No tengo miedo al invierno,
con tu recuerdo lleno de sol”. (5)
Poco a poco fueron cerrando los ojos, mientras se besaban.
CAPÍTULO CUATRO:
SABADO, 14 DE FEBRERO
Los agentes de la Polícía Local que acudieron al aviso, no daban crédito a su ojos, ninguno de los agentes de servicio acudió a la primera llamada que recibieron en la que uno de esos corredores madrugadores del Parque había llamado diciendo que había ocurrido algo raro.
Luego las llamadas continuaron sucediéndose y pensaron que era alguna de esas bromas modernas que se organizan a través de internet y donde muchos jóvenes se ponen de acuerdo para hacer algo juntos.
Fueron tantas las llamadas, que el Sargento de servicio, se decidió a enviar una patrulla, cuando dejaron el coche aparcado junto al Bar Citroen, pensaron que como aquello sería solo una broma, podrían aprovechar para tomarse un cafelito que buena falta les hacía después de estar toda la noche de guardia, pero al llegar allí, vieron que algo raro sucedía, un enorme grupo de personas se arremolinaban frente a la Glorieta de Bécquer, así que tendrían que aplazar el desayuno para más tarde.
A duras penas consiguieron abrirse paso entre la gente, que miraban absortos, cuando vieron que allí, inmóviles, frente al poeta, había dos nuevas estatuas, dos estatuas que habían fundido su amor en un beso eterno.
Aún lejos los agentes pensaron que eran dos artistas de esos que se convierten en estatuas durante unas horas y que se habían traslado de la calle Sierpes o de la Avenida de la Constitución a ese lugar aprovechando que hoy era San Valentín para sacarse unos eurillos extras, mientras se acercaban comentaron que habían tenido una buena idea y que se iban a sacar un dinerillo curioso.
Al llegar a ellos, vieron como la gente había dejado flores en aquel lugar, como las rosas más rojas que se pudieran imaginar habían llenado aquel espacio, como si de un lugar sagrado se tratara, algunas velas estaban encendidas iluminándolos.
Cuando iban a comprobar su teoría se sorprendieron, las estatuas eran reales, las tocaron, y comprobaron que no estaban frías como se imaginaban sino que probablemente, debido al sol que se filtraba por donde pocas horas antes se colaba la luna, las estatuas desprendían un calor que hacía aquel lugar más acogedor.
Los agentes informaron a su superior, de que algún gracioso había colocado durante la noche dos estatuas más en aquel lugar, elaboraron el correspondiente informe, y fueron informados de que los servicios municipales pasarían el lunes a retirarlas, para lo que ellos deberían estar presentes para dar al asunto la legalidad necesaria.
EPÍLOGO:
UN LUNES COMO OTRO CUALQUIERA
A las diez de la mañana, los servicios municipales, acompañados de los agentes de servicio el sábado catorce, hacían acto de presencia en el Parque de María Luisa.
Al llegar no podían dar crédito a lo que vieron, cientos de enamorados habían pasado allí la noche avisados de que hoy lunes retirarían las estatuas, cientos de parejas de todas las edades abrazados o cogidos de la mano, estaban allí, algunos sentados en los bancos, otros de pie, otros sentados en el suelo, para impedir el paso a los agentes.
Cientos de turistas se habían acercado hasta allí, avisados por otras parejas, o por las imágenes que aparecían colgadas en youtube.
Miles de blogs y de foros hablaban de ellos en todo el mundo, muchos contaban que habían tocado las estatuas, que les había parecido que no estaban frías, y algunos contaban que les había parecido notar como si dos corazones latieran bajo la piedra.
Otros decían que el corazón de ella había dejado de latir y que ahora solo se notaba el latido del corazón de él.
Los más afortunados habían conseguido acercarse y verlas de cerca, ver esas lágrimas que recorrían sus mejillas, y decían que eran estatuas tristes, otras dijeron que no, que aquel beso no podía ser triste, que aquel beso estaba sellando un amor imposible, que pronto tendrían que separarse y que por eso lloraban, corrían mil historias entre aquellos miles de personas que se agolpaban allí.
“20 poemas de amor y una canción desesperada”, y “Rimas y leyendas”, se oía gritar entre ellos, ¡si esos son los libros!, ¡yo los he visto!, ¿cómo vas a saber que libros son?, ¡si, de verdad, sobre los libros de piedra, están cincelados los títulos!.
Algunos habían corrido a comprar los libros, otros los habían rebuscado en sus casas, y los llevaban también en la mano que llevaban libre mientras con la otra se aferraban a su pareja, como intentando decirse sin palabras que se querían como esas estatuas.
Cuando los empleados municipales se abrieron paso entre aquel grupo de gentes tan dispares a los que solo les unía una cosa en común: El amor; un chico sentado próximo a la entrada, abrazado a su novia, sacó sus gafas de pasta y comenzó a leer; mientras que un silencio absoluto empezó a invadir el parque de María Luisa, incluso los pájaros dejaron de cantar para oírle, y los agentes se pararon un momento. Ya tendrían tiempo para retirar aquellas estatuas, pensaron.
El chico empezó a leer:
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. (6)
Los agentes fueron incapaces de cumplir sus órdenes, cuando volvieron a jefatura el sargento les tomó por locos, y amenazó con abrirles un expediente, e hizo que volvieran a acompañarlo a cumplir su cometido.
¡Todo tengo que hacerlo yo!, refunfuñaba el viejo sargento. Cuando llegaron no podía dar crédito a lo que veía, miles de personas se apiñaban en aquel lugar, miles de personas que habían elegido aquel sitio para pasar el día de San Valentín, y que hoy habían vuelto para ver como desaparecían de aquel lugar para siempre.
El sargento se recompuso y se acercó hacia las estatuas, abriéndose paso cada vez con más dificultad, al llegar a su altura, vio que las estatuas eran perfectas, que parecían labradas a la vez que las que estaban allí desde 1911, como si hubiera sido el mismísimo Lorenzo Coullaut el que las hubiera hecho.
El sargento recordó los tiempos en que él también paseó cogido de la mano de su novia, y por un momento pensó que la glorieta ahora estaba completa, que junto al amor ilusionado, el amor poseído, el amor perdido, y el amor herido, esas dos figuras hubieran salido de donde quiera que hubieran salido representaban mejor que nada el amor eterno.
Cuando estaba a punto de dar la orden de retirarlas, oyó como una voz de mujer lo llamaba, ¡Ángel, Ángel!, entre los versos de Neruda, alcanzó a distinguir que era la voz de su esposa, cuando la vio, dijo para si: ¡Tu si que eres un ángel!”. ¿Cómo has venido?, sabes que estás delicada, tienes que guardar reposo.
¡Han llegado buenas noticias, cariño!, ¡Los resultados dan negativo!, ¡Vas a tener que seguir soportándome!.
Él la abrazó con una ternura, que casi no recordaba, y se sintió invadido por el amor que flotaba en ese mágico lugar, y la beso en los labios; ella le correspondió al beso, y le dijo: ¡quiero que me hagas otro regalo por San Valentín!
Pero San Valentín fue el sábado, respondió él, a lo que ella le dijo.
¡Si, pero estabas de servicio!, ¿me harás ese regalo?.
Necesito saber lo qué, ¿no crees?, dijo él.
¿Tú crees?, ¡quiero que me lo prometas, sin saber lo que es!
¡No puedo!.
¡Hazlo!
Ángel pensó que en tantos años de casado no había conseguido ni una sola vez que Cecilia, su esposa cambiara de opinión, y que hoy no iba a ser la primera vez.
¡De acuerdo, prometido!. Dime que es.
Cecilia, lo miró a los ojos, y le dijo: ¡No quiero que quites las estatuas!.
¡No puedo hacer eso, es mi obligación!
De eso nada, me lo has prometido, si tienen que quitarlas que las quite otro, pero tú no vas a quitarlas y menos hoy, o puedes estar seguro que dormirás en el sofá el resto de tu vida.
Está bien, mujer diré que no se pueden quitar, diré que las estatuas no desentonan del resto y que sería una lástima, no solo destruirlas sino quitarlas de este sitio ahora perfecto. Elaboraré un informe pero no te puedo garantizar que lo aprueben; aunque si sigue viniendo tanta gente a visitarlas no creo que se atrevan a quitarlas.
Antes de marcharse, tomó a su mujer de la mano, y la llevo hacia las estatuas, ella miraba asombrada a aquellos dos enamorados, que a pesar de que las lagrimas recorrían sus mejillas, parecían ser felices como nunca lo habían sido.
Él tomó su mano y la colocó justo encima de la mano de la estatua que la representaba a ella.
¿Qué notas?, le preguntó
Cecilia se sobresaltó y dijo a su marido. ¡La mano está fría!, pero bajo ella se nota calor, como solo puede desprender un corazón enamorado.
FIN
(1) - Poema número 15 (Pablo Neruda)
(2) - La copla que está en mi boca (Jarcha)
(3) - Rima XIII (Gustavo Adolfo Bécquer)
(4) - Rima LIII (Gustavo Adolfo Bécquer)
(5) - Juan Carlos Bagglieto - Lito Vitale - Tonada de un viejo amor
(6) - Poema número 20 (Pablo Neruda)
No sé si Gloria Lasso canto la canción que le atribuyo y ni tan siquiera sé si la letra es exactamente así.
Tanto las poesias de Neruda (1) y (6), como de Bécquer (3) y (4) están tal cual.
Las letras de las canciones, son de la copla que está en mi boca, cantada por Jarcha (2), y de la Tonada de un Viejo Amor, Letra de Jaime Dávalos y música de Eduardo Falú, aunque yo la tengo cantada por Juan Carlos Bagglieto en el álbum Postales de este lado del mundo (5). La introducción es diferente a la original, y a mi personalmente me gusta más. La pongo al final para que la disfrutéis, pero antes leed, si os place.
Los textos en cursiva no son míos.
CORAZÓN ENAMORADO
CAPÍTULO UNO:
ÉL
Como cada viernes, estaba terminando de arreglarse para salir, un poco de Old Spice como su personaje favorito de televisión, todo un clásico, pensaba mientras sonreía; y al igual que aquel también había creado sus propias reglas:
Primera regla: Siempre un toque de Old Spice, ella le había dicho que le gustaba como olía.
Segunda regla: Siempre un libro de poesía en la mano, como la primera vez que la vio, como aquel día que ella siquiera reparó en él, mientras leía sentada en la Glorieta de Bécquer.
Tercera regla: Nunca agobiarla. Está regla la creó cuando por fin se decidió a cruzar alguna palabra con ella.
Cuarta regla: Nunca besarla por la calle. Notaba que ella se sentía incómoda.
Quinta regla: Solo besarla en la Glorieta de Bécquer, su rincón particular, su mundo.
Para él era el día más importante de la semana, ya que solo los viernes se encontraba con ella, no obstante hoy sería especial, pues hoy tenía algo muy importante que decirle, hoy le diría que había tomado por fin una decisión, que la quería solo para él, que no podía vivir sin ella, que los minutos sin ella eran horas, las horas eran días, los días semanas, las semanas meses, y que toda una vida sin verla, no sería vida.
Mientras pensaba esto, recordó que hoy era viernes 13, y sonrió, pensó que igual no era un buen día para dar noticias importantes, pero él nunca había sido supersticioso, y no iba a empezar a serlo hoy precisamente.
Cerró los ojos, y recordó la primera vez que la vio, allí en su mundo, en ese mundo que luego sería de los dos, no se atrevió a cruzar palabra con ella.
Ella tenía en sus manos, “20 poemas de amor y una canción desesperada”, recordaba que se sentó a suficiente distancia para verla sin molestarla, sin que ella notara su presencia ni la distrajera de su lectura. Estuvo un buen rato absorto contemplándola, mirando su piel pálida e imaginando que de pronto desaparecería y que tanta belleza no era real, sino fruto de su imaginación.
Luego jugó a adivinar que poema estaría leyendo, y soñaba con que el estaba sentado a su lado, la abraza tiernamente, apenas sin tocarla para que no se alejara volando de allí como si fuera una de las golondrinas del poeta, y él le leía en voz alta los poemas de Neruda, el poeta amado por las mujeres, el poeta amado por el pueblo.
Recordaba que siguió yendo a diario a aquel rincón del parque, a esperarla, y como si de un loco enamorado se tratara, permanecía allí sentado a escasos metros de la Glorieta, hasta que la luna iluminaba a Becquer, que parecía esperarla para recitar en silencio sus poemas, esperando que con su luz diera rienda suelta a su fantasía de poeta.
La esperaba allí a diario, ahora no trabajaba por las tardes, pero había preferido no decir nada en casa, para que las tardes fueran suyas, solo suyas y de la lectura.
Muchas tardes las pasó en la biblioteca pública, junto al costurero de la Reina, imaginando otro mundo, un mundo de personajes ficticios, donde los caballeros recitaban poemas a las damas, y estas ruborizadas dejaban caer un pañuelo o una rosa tal vez, que ellos guardarían el resto de sus vidas, sabedores de que su amor era imposible como siempre sucede en los cuentos.
Así pasaba sus tardes, o caminando por el Parque de María Luisa, donde entre deportistas que daban sus interminables vueltas al Parque, de vez en cuando se cruzaba con alguna pareja de enamorados, y trataba de imaginar como eran, que historia de amor se escondía tras aquellos paseos, y aquellos besos.
Desde que la vio, paseaba con un libro de poemas en la mano, Becquer, Cernuda, Guillen. Nunca Neruda, no podía ya leer los poemas de D. Pablo sin imaginarla a ella sosteniendo el libro entre sus manos.
Iba cada día, y cada día se marchaba sin verla, ella no aparecía y pensó que como a la Beatriz de Dante, no volvería a verla más y que estaría enamorado toda la vida de ella a pesar de haber tenido solo aquel encuentro fugaz, y apenas inexistente, otras veces pensó que ella no existía, que él la había imaginado, la recordaba tan perfecta que dudaba de que existiera en realidad, o de que solo habitara entre aquellas sombras, y que tal vez ella lo había visto y solo salía cuando él se marchaba cabizbajo, dolida quizás de que él hubiera invadido su espacio.
Pero no era así, ella era real, y el viernes siguiente volvió a encontrarla sentada en aquel mismo lugar, leyendo de nuevo a Neruda, con su mirada perdida entre las letras, viviendo de sus poemas, él se atrevió a imaginar que sus ojos escondían alguna tristeza, pero desechó la idea pensando que todos los que leen poesías siempre tienen algo especial en la mirada, algo que los hace diferentes de los demás.
Recordaba aquel día que llegó más tarde que de costumbre, y el banco desde donde la observaba estaba ocupado, pensó marcharse pero no podía perder la oportunidad de verla, de soñar que era suya, de que le leía poemas, y de que ella perdía aunque solo fuera durante un breve espacio de tiempo esa mirada triste, y la imaginaba sonreír, quería imaginar que la hacía sonreír, y sus risas volaban hasta perderse en el cielo de Sevilla, hasta que la Luna, recogía una a una sus carcajadas, y en una caja de nácar las iba guardando una a una, colocándolas con mucho cuidado donde las iba ordenando por días o por tamaño.
Así que casi temblando, se dirigió al único lugar donde podía sentarse, y estar cerca de ella, y donde la observaría apenas de reojo para no molestarla, entró en la Glorieta y le dijo un tímido buenas noches, al que ella no respondió quizás porque apenas llego a oírlo o porque su mente vagaba libre como una barca mecida por olas de palabras.
El se sentó en silencio, abrió su libro, y no fue capaz de leer ni una sola palabra, casi sin darse se cuenta, se encontraba mirándola a escondidas intentando no ser descubierto, lo hacía de forma inconsciente y se sentía avergonzado de invadir su intimidad, y apartaba la mirada de ella, pero al poco rato se encontraba de nuevo observándola, el mundo parecía haberse parado, y ni siquiera oía los sonidos habituales, no se oían pájaros, ni los pasos de los enamorados que aún caminaban por allí alejados de las miradas del mundo, no se oía nada, salvo su respiración, y el leve pasar de las páginas del libro.
Seguía soñando con que él fuera quien le leyera esos poemas, o cualquier otro, y así sin darse cuenta, se encontró a si mismo mirándola y diciéndole: “Me gusta cuando callas”…
El mismo se sorprendió, e intentó parar, pero de su boca seguían saliendo más versos, como si él ya no fuera dueño de sus actos, y algo en aquel lugar mágico lo hubiera poseído:
“Me gusta cuando callas, porque estás como ausente,
y me oyes de lejos, y mi voz no te toca,
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.” (1)
Ruborizado, intentó alejarse de ella, ya recobrado el sentido, que creía haber perdido para atreverse a molestarla, pero cuando daba el primer paso que la alejaría de ella para siempre, ella le respondió:
“Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.” (1)
Vio como ella cerraba el libro, y se movía en su asiento para hacerle un breve espacio donde él pudiera sentarse, y permanecer juntos.
Estuvieron así sin hablarse, de vez en cuando se producía un leve roce de sus cuerpos, y al momento él se separaba un poco temiendo rozarla, y que ese roce la hiciera alejarse para siempre.
A las once en punto, ella se levantó, y cuando comenzaba a alejarse, se dio la vuelta, a lo que el respondió poniéndose de pie de un salto, ella lo miro a los ojos, le tendió la mano, y le dijo. “Soy una golondrina, que al contrario que todas mis hermanas siempre vuelve a este lugar”. “Volveré el viernes”.
Él apenas era capaz de articular palabra, extendió su mano, y estrechó la suya, pensó besársela, pero se contuvo, y tan solo fue capaz de decir en un susurró: “Aquí estaré”.
Con estos pensamientos, cerró la puerta, pensando que hoy le diría que la quería y quería pasar el resto de su vida con ella.
CAPÍTULO DOS:
ELLA
Como cada viernes, estaba terminando de recoger las cosas, esperando que su hijo se marchara con los amigos. Su marido se quedaba cuidando a su madre enferma, y ella se escaparía de esa jaula dorada en la que vivía para volar libre, como solo hacía ese día.
No sabía que pensar, ella era feliz allí, pero le faltaba algo, y a veces se sorprendía a si misma cantando esa canción de Gloria Lasso: “Como se puede querer a dos hombres a la vez, y no estar loca”; pero no podía evitarlo, su marido ya no era su amor, era el cariño, la amistad, ese sentimiento que solo se puede adquirir con el paso de los años y el contacto, y muchos viernes, pensaba no acudir a su cita, dejarlo todo para seguir igual, pero no podía evitarlo, necesitaba abandonar ese lugar seguro, para buscar la pasión, el deseo, y sentirse de nuevo enamorada, con ese sentimiento que solo se tiene en el primer amor, independientemente del momento en que llegue a tu vida.
Se consolaba pensando que no hacía nada malo, que apenas se habían besado, que de ahí no pasarían, e incluso imaginaba que no era ella la que hacía esas cosas, que otro personaje ocupaba su cuerpo cuando encaminaba sus pasos hacia el Parque de María Luisa a su encuentro.
Muchas veces decidió no ir, pero nunca pudo dejar de hacerlo, imaginar no verlo le resultaba una carga tan pesada, tan insoportable que siempre volvía a su encuentro, siempre volvían a cogerse de la mano, siempre se daban un beso al llegar a su Glorieta, y allí permanecían hasta las once en punto de la noche, cuando ella temerosa de que quizás si permanecía allí más tiempo ese cuento mágico terminara para siempre, a las once sin mirar el reloj siquiera, ambos se levantaban en silencio, y se daban un beso de despedida, un beso que ya valía toda una vida juntos y que les daba fuerzas y alegría para esperar al viernes próximo para verse.
Ella siempre, cuando empezaba a alejarse, se volvía y le tendía la mano, y le decía: “Volveré el viernes”, él siempre le respondía “Aquí estaré”
Sabía que hoy sería diferente, había recibido malas noticias, y no quería dejar de decírselo, hoy por fin se habían confirmado sus peores temores, pero no quería engañarlo… a él no.
Mientras pensaba esto, se dio cuenta que era viernes 13, y pensó en lo irónica que resultaba esa fecha para dar malas noticias.
CAPÍTULO TRES:
ELLOS
A la hora habitual, como cada viernes, Enrique esperaba en la parada de autobuses a que llegara ella, siempre mientras la esperaba temía que ella no apareciera, sabía que no le resultaba fácil dar ese paso, y sabía que cualquier viernes ella no aparecería, igual que sabía que él seguiría yendo a esperarla, aunque nunca más apareciera.
No podía evitar recordar la misma canción:
Golondrinas de Egipto ¿a qué han venido?
Por siete golondrinas que se han perdido.
No hay quien les diga
que en mi casa se esconden las golondrinas (2)
Le gustaba soñar, que aunque vinieran a buscarla, no la encontrarían, que él la escondería allí en aquel mundo secreto, donde nadie podría separarlos nunca, y menos a partir de esa noche, donde le diría que quería vivir con ella para siempre.
Con el retraso habitual, el autobús se detuvo, y ella vio como él la buscaba con la vista, temeroso de que no hubiera acudido a la cita, eso siempre la hacía sonreír, pues el muy tonto aún no se había dado cuenta de que por mucho miedo que sintiera ella no podía faltar a la cita con su amado.
Bajó del autobús, y él la observó algo nerviosa, parecía triste, en sus ojos se notaba que había estado llorando, y temió que ese sería el último viernes que ella acudiría a la cita, que había decidido romper para siempre esa relación, que ella creía imposible, y que hoy dejaría de verla para siempre.
Cuando estuvieron juntos, apenas fueron capaces de cruzar palabra, él no se atrevió a tomarla de la mano, como hacía siempre, allí donde se sentían libres de miradas inoportunas, comenzaron a andar pero fue ella quien le agarró la mano con la misma ternura con que lo hacía siempre, y notó como le apretaba la mano con más fuerza, como si tuviera miedo de que una fuerza invisible fuera a separarlos para siempre.
Así se dirigieron hacía la Plaza de España, caminaron en silencio como siempre, con sus respectivos libros en la mano que su amor les dejaba libre, y continuaron caminando en silencio hasta sentarse ante la mirada de D. Gustavo Adolfo que parecía bendecir aquel amor secreto con su silencio.
Él no se atrevió a hablar y ambos abrieron sus libros por donde los habían dejado la semana anterior, donde se había parado el tiempo para ellos, y solo reanudaron la lectura cuando las manecillas de su reloj imaginario comenzó a andar de nuevo, un reloj que solo medía el tiempo cuando estaban juntos. El único tiempo posible.
Ella parecía leer como siempre, aunque él que ya se había acostumbrado a oírla solo a ella, notaba su respiración más agitada que de costumbre, él en cambio no era capaz de leer, sabía que algo raro estaba pasando, y tenía miedo, un miedo terrible le recorría el cuerpo, y sentía como las estatuas del banco le transmitían el frío de la piedra, un frío que nunca había sentido antes.
Recordó que otras veces, le había parecido ver que los enamorados se les quedaban mirando, pero hoy no vio ninguno.
Recordó que otras veces había oído las risas de las estatuas, que acompañaban a las bromas y a las palabras de amor que él siempre le decía:”Te quiero”, “Te he echado tanto de menos”, “¿Has pensado en mi?”, “Cada instante que estoy alejado de ti, no vivo”; pero hoy no oyó ninguna risa.
Recordó que otras veces había oído como el poeta les había recitado versos, unos versos que solo ellos podían oír, y que les hacía reír a carcajadas cuando los paseantes los miraban extrañados.
Recordaba algunos de esos versos:
“Tu pupila es azul y, cuando ríes,
su claridad suave me recuerda
el trémulo fulgor de la mañana
que en el mar se refleja.
Tu pupila es azul y, cuando lloras,
las transparentes lágrimas en ella
se me figuran gotas de rocío
sobre una violeta.
Tu pupila es azul, y si en su fondo
como un punto de luz radia una idea,
me parece en el cielo de la tarde
una perdida estrella.” (3)
También recordó como un día les dijo:
“Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
¡esas... no volverán!.” (4)
Hoy, esos versos, le sonaron diferente y no pudo evitar sentir un escalofrío: “¡esas… no volverán!.
Recordó la primera vez que él le recitó los versos de Felix de Arzúa, desconocido para ella:
Erase una Golondrina
que anidó en un limonero
y que vivía en Alcalá
que es tierra de panaderos.
Y aunque podía volar libre
nunca encontraba consuelo
en el fondo vivía triste
como si estuviera en duelo.
Cuando un día... de pronto,
escuchó una voz de lejos
que la llamaba flojito
casi no se oía su ruego.
Y fue escuchando esa voz
que la llamaba: ¡Te quiero!
hasta que escuchó a Sevilla
que siempre sintió esos celos.
Escuchaba en sus campanas
su reclamo mañanero
y hasta las aguas del río
la llamaban, zalamero.
¡Anida aquí a mi sombra
debajo de algún alero!
le pedía el Giraldillo,
siempre él tan lisonjero.
De tanto insistir Sevilla
con su ruego lastimero
la golondrina escuchaba
ya sus palabras en sueños.
Y Sevilla siguió llamando.
Le recitaba requiebros,
le cantaba sevillanas
y los piropos más bellos.
La llamaba La Giralda
allí cerquita del cielo
y en el Patio de Banderas
se escuchaba algún lamento.
La otra torre, la del Oro
lloraba su desconsuelo
porque no podía llamarla
que así los moros la hicieron.
Como lo cuenta Manuel
en esos tan lindos versos
'pa no despertá a Triana'
por eso guarda silencio.
Y la llamaba El Alcazar
con sus banderas al viento.
Las Sierpes y la Campana
y la gente en el revuelo.
El Arenal, la Maestranza,
hasta los mismos toreros
y los coches de caballo
con su lindo tintineo.
En su glorieta en el parque,
Bécquer la espera despierto
componiéndole poesías
que hablan de su regreso.
Y tanto insistió Sevilla
que un día emprendió su vuelo
pero miraba hacia atrás
viendo el Castillo de Albero
Y la Golondrina volaba
subiendo más en el cielo
y mirando hacia lo alto
vio a lo lejos un pandero.
Era el sol que la cegaba
¡¡Alejarme yo no quiero!!
Y fue volando hacia arriba
sin mirar jamás al suelo.
Y siguió volando y volando,
de vista se fue perdiendo,
para no tener que elegir
un solo amor verdadero,
Se fue alejando llorando
hasta perderse en los cielos
y se quedó allí arriba...
y se convirtió en Lucero.
Recordó como ella le había dicho que nunca la había oído, y que nunca había oído versos tan bellos.
Poco a poco fueron pasando las horas, el tiempo, implacable poco a poco seguía su camino, pero tan rápido que a ellos les parecía que volaba más rápido cuando estaban juntos.
Ella se levantó.
Él de nuevo sintió un terrible escalofrío.
Ella lo tomó de la mano, intentó hablarle, pero una lágrima empezó a rodar por su mejilla, y él aportó la mirada hacia el suelo, temeroso.
Ella le tomó la mano, y así cogida con la suya, la colocó sobre su corazón, que él notaba latir acelerado.
Empezó a hablarle, él le tapó la boca con el dedo, y le dijo, no digas nada se que vas a partir y me quedaré solo para siempre, se que nuestro amor es imposible y que estas breves horas que compartimos, no sirven para soportar toda la vida separados.
Ella le hizo guardar silencio, y le dijo, que no era eso, que lo quería como nunca había querido a nadie, que en ese momento de su vida ella había querido elegir un amor, y aunque no lo había hecho conscientemente, ese amor era él, que estaba dispuesta dejarlo todo para compartir el resto de su vida con él, pero sería imposible, y continuó diciendo:
Mi amor, hoy he recibido los resultados, y son…
No hicieron faltas más palabras, el la hizo callar de repente, de nuevo colocó su dedo en sus labios, que temblaban y estaban fríos, y fue poniendo cada pieza en su sitio, su mirada triste, su palidez extrema, a punto estaba de llorar, cuando se contuvo, y comenzó a hablar.
Mi amor, mi dulce amor, no temas, hoy venía preparado para decirte algo, y no quiero marcharme sin decírtelo:
No han hecho falta más palabras para comprender que me amas, que amas como yo te amo a ti, y que este amor que nos ha hecho sentirnos de nuevo jóvenes como quinceañeros en su primer amor, no ha servido para darnos todas las fuerzas que necesitamos para llevar a partir de ahora una vida juntos, pero te juro mi amor, que lo único que deseo en este momento, es permanecer a tu lado, estar siempre juntos, morir junto a ti, y que cuando llegue el día del juicio final, mis cuencas vacías si es que son capaces de ver, sea a ti lo primero que vean.
Cuando ella apenas empezaba a sonreír y a asentir con la cabeza, la luna empezó a filtrar sus rayos entre las ramas de los árboles, y les iluminó con su presencia, mientras que les pareció que Bécquer daba el visto bueno a aquel amor que había nacido allí a su sombra.
Él le tomó su mano y se la colocó junto a su corazón, haciéndole saber que su corazón también galopaba sin control, como el de un jovencito enamorado, entonces y solo entonces él bajó su cara y buscó con sus labios lo de ella, la besó, la sintió suya para siempre y recordó esa bella canción:
“Herida la de tu boca,
que lástima sin dolor,
No tengo miedo al invierno,
con tu recuerdo lleno de sol”. (5)
Poco a poco fueron cerrando los ojos, mientras se besaban.
CAPÍTULO CUATRO:
SABADO, 14 DE FEBRERO
Los agentes de la Polícía Local que acudieron al aviso, no daban crédito a su ojos, ninguno de los agentes de servicio acudió a la primera llamada que recibieron en la que uno de esos corredores madrugadores del Parque había llamado diciendo que había ocurrido algo raro.
Luego las llamadas continuaron sucediéndose y pensaron que era alguna de esas bromas modernas que se organizan a través de internet y donde muchos jóvenes se ponen de acuerdo para hacer algo juntos.
Fueron tantas las llamadas, que el Sargento de servicio, se decidió a enviar una patrulla, cuando dejaron el coche aparcado junto al Bar Citroen, pensaron que como aquello sería solo una broma, podrían aprovechar para tomarse un cafelito que buena falta les hacía después de estar toda la noche de guardia, pero al llegar allí, vieron que algo raro sucedía, un enorme grupo de personas se arremolinaban frente a la Glorieta de Bécquer, así que tendrían que aplazar el desayuno para más tarde.
A duras penas consiguieron abrirse paso entre la gente, que miraban absortos, cuando vieron que allí, inmóviles, frente al poeta, había dos nuevas estatuas, dos estatuas que habían fundido su amor en un beso eterno.
Aún lejos los agentes pensaron que eran dos artistas de esos que se convierten en estatuas durante unas horas y que se habían traslado de la calle Sierpes o de la Avenida de la Constitución a ese lugar aprovechando que hoy era San Valentín para sacarse unos eurillos extras, mientras se acercaban comentaron que habían tenido una buena idea y que se iban a sacar un dinerillo curioso.
Al llegar a ellos, vieron como la gente había dejado flores en aquel lugar, como las rosas más rojas que se pudieran imaginar habían llenado aquel espacio, como si de un lugar sagrado se tratara, algunas velas estaban encendidas iluminándolos.
Cuando iban a comprobar su teoría se sorprendieron, las estatuas eran reales, las tocaron, y comprobaron que no estaban frías como se imaginaban sino que probablemente, debido al sol que se filtraba por donde pocas horas antes se colaba la luna, las estatuas desprendían un calor que hacía aquel lugar más acogedor.
Los agentes informaron a su superior, de que algún gracioso había colocado durante la noche dos estatuas más en aquel lugar, elaboraron el correspondiente informe, y fueron informados de que los servicios municipales pasarían el lunes a retirarlas, para lo que ellos deberían estar presentes para dar al asunto la legalidad necesaria.
EPÍLOGO:
UN LUNES COMO OTRO CUALQUIERA
A las diez de la mañana, los servicios municipales, acompañados de los agentes de servicio el sábado catorce, hacían acto de presencia en el Parque de María Luisa.
Al llegar no podían dar crédito a lo que vieron, cientos de enamorados habían pasado allí la noche avisados de que hoy lunes retirarían las estatuas, cientos de parejas de todas las edades abrazados o cogidos de la mano, estaban allí, algunos sentados en los bancos, otros de pie, otros sentados en el suelo, para impedir el paso a los agentes.
Cientos de turistas se habían acercado hasta allí, avisados por otras parejas, o por las imágenes que aparecían colgadas en youtube.
Miles de blogs y de foros hablaban de ellos en todo el mundo, muchos contaban que habían tocado las estatuas, que les había parecido que no estaban frías, y algunos contaban que les había parecido notar como si dos corazones latieran bajo la piedra.
Otros decían que el corazón de ella había dejado de latir y que ahora solo se notaba el latido del corazón de él.
Los más afortunados habían conseguido acercarse y verlas de cerca, ver esas lágrimas que recorrían sus mejillas, y decían que eran estatuas tristes, otras dijeron que no, que aquel beso no podía ser triste, que aquel beso estaba sellando un amor imposible, que pronto tendrían que separarse y que por eso lloraban, corrían mil historias entre aquellos miles de personas que se agolpaban allí.
“20 poemas de amor y una canción desesperada”, y “Rimas y leyendas”, se oía gritar entre ellos, ¡si esos son los libros!, ¡yo los he visto!, ¿cómo vas a saber que libros son?, ¡si, de verdad, sobre los libros de piedra, están cincelados los títulos!.
Algunos habían corrido a comprar los libros, otros los habían rebuscado en sus casas, y los llevaban también en la mano que llevaban libre mientras con la otra se aferraban a su pareja, como intentando decirse sin palabras que se querían como esas estatuas.
Cuando los empleados municipales se abrieron paso entre aquel grupo de gentes tan dispares a los que solo les unía una cosa en común: El amor; un chico sentado próximo a la entrada, abrazado a su novia, sacó sus gafas de pasta y comenzó a leer; mientras que un silencio absoluto empezó a invadir el parque de María Luisa, incluso los pájaros dejaron de cantar para oírle, y los agentes se pararon un momento. Ya tendrían tiempo para retirar aquellas estatuas, pensaron.
El chico empezó a leer:
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. (6)
Los agentes fueron incapaces de cumplir sus órdenes, cuando volvieron a jefatura el sargento les tomó por locos, y amenazó con abrirles un expediente, e hizo que volvieran a acompañarlo a cumplir su cometido.
¡Todo tengo que hacerlo yo!, refunfuñaba el viejo sargento. Cuando llegaron no podía dar crédito a lo que veía, miles de personas se apiñaban en aquel lugar, miles de personas que habían elegido aquel sitio para pasar el día de San Valentín, y que hoy habían vuelto para ver como desaparecían de aquel lugar para siempre.
El sargento se recompuso y se acercó hacia las estatuas, abriéndose paso cada vez con más dificultad, al llegar a su altura, vio que las estatuas eran perfectas, que parecían labradas a la vez que las que estaban allí desde 1911, como si hubiera sido el mismísimo Lorenzo Coullaut el que las hubiera hecho.
El sargento recordó los tiempos en que él también paseó cogido de la mano de su novia, y por un momento pensó que la glorieta ahora estaba completa, que junto al amor ilusionado, el amor poseído, el amor perdido, y el amor herido, esas dos figuras hubieran salido de donde quiera que hubieran salido representaban mejor que nada el amor eterno.
Cuando estaba a punto de dar la orden de retirarlas, oyó como una voz de mujer lo llamaba, ¡Ángel, Ángel!, entre los versos de Neruda, alcanzó a distinguir que era la voz de su esposa, cuando la vio, dijo para si: ¡Tu si que eres un ángel!”. ¿Cómo has venido?, sabes que estás delicada, tienes que guardar reposo.
¡Han llegado buenas noticias, cariño!, ¡Los resultados dan negativo!, ¡Vas a tener que seguir soportándome!.
Él la abrazó con una ternura, que casi no recordaba, y se sintió invadido por el amor que flotaba en ese mágico lugar, y la beso en los labios; ella le correspondió al beso, y le dijo: ¡quiero que me hagas otro regalo por San Valentín!
Pero San Valentín fue el sábado, respondió él, a lo que ella le dijo.
¡Si, pero estabas de servicio!, ¿me harás ese regalo?.
Necesito saber lo qué, ¿no crees?, dijo él.
¿Tú crees?, ¡quiero que me lo prometas, sin saber lo que es!
¡No puedo!.
¡Hazlo!
Ángel pensó que en tantos años de casado no había conseguido ni una sola vez que Cecilia, su esposa cambiara de opinión, y que hoy no iba a ser la primera vez.
¡De acuerdo, prometido!. Dime que es.
Cecilia, lo miró a los ojos, y le dijo: ¡No quiero que quites las estatuas!.
¡No puedo hacer eso, es mi obligación!
De eso nada, me lo has prometido, si tienen que quitarlas que las quite otro, pero tú no vas a quitarlas y menos hoy, o puedes estar seguro que dormirás en el sofá el resto de tu vida.
Está bien, mujer diré que no se pueden quitar, diré que las estatuas no desentonan del resto y que sería una lástima, no solo destruirlas sino quitarlas de este sitio ahora perfecto. Elaboraré un informe pero no te puedo garantizar que lo aprueben; aunque si sigue viniendo tanta gente a visitarlas no creo que se atrevan a quitarlas.
Antes de marcharse, tomó a su mujer de la mano, y la llevo hacia las estatuas, ella miraba asombrada a aquellos dos enamorados, que a pesar de que las lagrimas recorrían sus mejillas, parecían ser felices como nunca lo habían sido.
Él tomó su mano y la colocó justo encima de la mano de la estatua que la representaba a ella.
¿Qué notas?, le preguntó
Cecilia se sobresaltó y dijo a su marido. ¡La mano está fría!, pero bajo ella se nota calor, como solo puede desprender un corazón enamorado.
FIN
(1) - Poema número 15 (Pablo Neruda)
(2) - La copla que está en mi boca (Jarcha)
(3) - Rima XIII (Gustavo Adolfo Bécquer)
(4) - Rima LIII (Gustavo Adolfo Bécquer)
(5) - Juan Carlos Bagglieto - Lito Vitale - Tonada de un viejo amor
(6) - Poema número 20 (Pablo Neruda)
viernes, 30 de julio de 2010
YO ME PREGUNTO
Como el día está nublao, me he debido levantar un poco filosófico, y tengo una duda existencial que estoy por enviar a la Organización Mundial de la Salud.
¿Los antidrepesivos por qué pueden producir tendencias suicidas, o si la persona las tiene aumentarlas?
Me explico:
Si alguien está deprimido, podrán ser muchos los motivos, pero seguramente más de uno lo esté porque se haya cruzado en su camino, maldita la hora, algún sirvengüenza cabrón y hijo de puta, perdonenme mi mal hablar, corrijo: Algún sinvergüenza, cabrón e hijo de puta, por tanto ¿los antidepresivos no deberían mejor aumentar las tendecias homicidas?.
Con la cantidad de basura que hay por ahí suelta, era una buena forma no solo de hacer limpieza, sino que seería un fantastico sistema preventivo.
Eso de que esos medicamentos alienten tus tendencias suicidas, bien es verdad que acaba con tu enfermedad, pero de la otra forma igual evitabas que algún otro cayera en la misma.
Es que para mi, es como si inventaran una primitiva, en la que si te toca, en vez de darte dinero te lo quitarán, manda güevos.
De todos modos no os preocupéis es solo una reflexión en voz alta, y yo lo tengo claro, eso no es una buena solución y suicidarme sería lo último que haría en la vida.
En fin...
Tortuga, tortuga, no pienses, no pienses.
Seal - Crazy
Sorpresa
¿Los antidrepesivos por qué pueden producir tendencias suicidas, o si la persona las tiene aumentarlas?
Me explico:
Si alguien está deprimido, podrán ser muchos los motivos, pero seguramente más de uno lo esté porque se haya cruzado en su camino, maldita la hora, algún sirvengüenza cabrón y hijo de puta, perdonenme mi mal hablar, corrijo: Algún sinvergüenza, cabrón e hijo de puta, por tanto ¿los antidepresivos no deberían mejor aumentar las tendecias homicidas?.
Con la cantidad de basura que hay por ahí suelta, era una buena forma no solo de hacer limpieza, sino que seería un fantastico sistema preventivo.
Eso de que esos medicamentos alienten tus tendencias suicidas, bien es verdad que acaba con tu enfermedad, pero de la otra forma igual evitabas que algún otro cayera en la misma.
Es que para mi, es como si inventaran una primitiva, en la que si te toca, en vez de darte dinero te lo quitarán, manda güevos.
De todos modos no os preocupéis es solo una reflexión en voz alta, y yo lo tengo claro, eso no es una buena solución y suicidarme sería lo último que haría en la vida.
En fin...
Tortuga, tortuga, no pienses, no pienses.
Seal - Crazy
Sorpresa
martes, 20 de julio de 2010
ERASE UNA GOLONDRINA
Como todo no va a ser hablar de pateadas y paseos, hoy me ha dado el punto, debe ser de la caló. (Si alguien tiene tiempo que repase la métrica, a mi me aburre, aunque siempre podemos pensar que es libre, la métrica, quiero decir).
Erase una Golondrina
que anidó en un limonero
y que vivía en Alcalá
que es tierra de panaderos.
Y aunque podía volar libre
nunca encontraba consuelo
en el fondo vivía triste
como si estuviera en duelo.
Cuando un día... de pronto,
escuchó una voz de lejos
que la llamaba flojito
casi no se oía su ruego.
Y fue escuchando esa voz
que la llamaba: ¡Te quiero!
hasta que escuchó a Sevilla
que siempre sintió esos celos.
Escuchaba en sus campanas
su reclamo mañanero
y hasta las aguas del río
la llamaban, salamero.
¡Anida aqui a mi sombra
debajo de algún alero!
le pedia el Giraldillo,
siempre él tan lisonjero.
De tanto insistir Sevilla
con su ruego lastimero
la golondrina escuchaba
ya sus palabras en sueños.
Y Sevilla siguió llamando.
Le recitaba requiebros,
le cantaba sevillanas
y los piropos más bellos.
La llamaba La Giralda
allí cerquita del cielo
y en el Patio de Banderas
se escuchaba algún lamento.
La otra torre, la del Oro
lloraba su desconsuelo
porque no podía llamarla
que así los moros la hicieron.
Como lo cuenta Manuel
en esos tan lindos versos
'pa no despertá a Triana'
por eso guarda silencio.
Y la llamaba El Alcazar
con sus banderas al viento.
Las Sierpes y la Campana
y la gente en el revuelo.
El Arenal, la Maestranza,
hasta los mismos toreros
y los coches de caballo
con su lindo tintineo.
En su glorieta en el parque,
Becquer la espera despierto
componiéndole poesías
que hablan de su regreso.
Y tanto insistió Sevilla
que un día emprendió su vuelo
pero miraba hacía atrás
viendo el Castillo de Albero
Y la Golondrina volaba
subiendo más en el cielo
y mirando hacía lo alto
vió a lo lejos un pandero.
Era el sol que la cegaba
¡¡Alejarme yo no quiero!!
Y fue volando hacía arriba
sin mirar jamás al suelo.
Y siguió volando y volando,
de vista se fue perdiendo,
para no tener que elegir
un solo amor verdadero,
Se fue alejando llorando
hasta perderse en los cielos
y se quedó alli arriba...
y se convirtió en Lucero.
Mercedes Sosa - La Maza
Mercedes Sosa - Todo cambia
Erase una Golondrina
que anidó en un limonero
y que vivía en Alcalá
que es tierra de panaderos.
Y aunque podía volar libre
nunca encontraba consuelo
en el fondo vivía triste
como si estuviera en duelo.
Cuando un día... de pronto,
escuchó una voz de lejos
que la llamaba flojito
casi no se oía su ruego.
Y fue escuchando esa voz
que la llamaba: ¡Te quiero!
hasta que escuchó a Sevilla
que siempre sintió esos celos.
Escuchaba en sus campanas
su reclamo mañanero
y hasta las aguas del río
la llamaban, salamero.
¡Anida aqui a mi sombra
debajo de algún alero!
le pedia el Giraldillo,
siempre él tan lisonjero.
De tanto insistir Sevilla
con su ruego lastimero
la golondrina escuchaba
ya sus palabras en sueños.
Y Sevilla siguió llamando.
Le recitaba requiebros,
le cantaba sevillanas
y los piropos más bellos.
La llamaba La Giralda
allí cerquita del cielo
y en el Patio de Banderas
se escuchaba algún lamento.
La otra torre, la del Oro
lloraba su desconsuelo
porque no podía llamarla
que así los moros la hicieron.
Como lo cuenta Manuel
en esos tan lindos versos
'pa no despertá a Triana'
por eso guarda silencio.
Y la llamaba El Alcazar
con sus banderas al viento.
Las Sierpes y la Campana
y la gente en el revuelo.
El Arenal, la Maestranza,
hasta los mismos toreros
y los coches de caballo
con su lindo tintineo.
En su glorieta en el parque,
Becquer la espera despierto
componiéndole poesías
que hablan de su regreso.
Y tanto insistió Sevilla
que un día emprendió su vuelo
pero miraba hacía atrás
viendo el Castillo de Albero
Y la Golondrina volaba
subiendo más en el cielo
y mirando hacía lo alto
vió a lo lejos un pandero.
Era el sol que la cegaba
¡¡Alejarme yo no quiero!!
Y fue volando hacía arriba
sin mirar jamás al suelo.
Y siguió volando y volando,
de vista se fue perdiendo,
para no tener que elegir
un solo amor verdadero,
Se fue alejando llorando
hasta perderse en los cielos
y se quedó alli arriba...
y se convirtió en Lucero.
Mercedes Sosa - La Maza
Mercedes Sosa - Todo cambia
viernes, 16 de julio de 2010
DONDE EL VIENTO SILBA ENTRE LAS CAÑAS
Tal como comenté en el post anterior esto es lo que hablamos en nuestra pateada, cuando vuelva a recorrerlo, prometo colgar fotos; hoy solo tenéis videos; ya sabéis que no se puede conseguir siempre lo que se quiere, como dice la canción de los Rolling Stones.
La pateada del día de San Enrique:
Estuvimos esperando a Andrés por si aparecía, ya que era un poquito menos de las 20,00 y esperamos los 5 minutos de cortesía; al final no pudo venir y empezamos a patear.
Le pregunté a Fauno, si tenía ganas de sudar, porque hoy sudaríamos un poco más de lo habitual.
Al final hizo algo de aire, que luego daría título a este post; lastima que el viento soplaba entre las cañas, que si llegan a ser sauces, hubiera sido el lugar perfecto para un fauno.
Cuando salíamos le dije: "El recorrido de hoy te gustará".
Muy cerquita de mi casa está el Dolmen de La Pastora, un Dólmen de corredor, una construcción funeraria del período calcólitico, vamos de la edad del cobre para entendernos, hablamos de entre 2.500 y 1.800 años antes de Cristo.
Cada vez que paso por allí, no puedo dejar de pensar que en esa zona, habitó alguien hace entre 4500 y 3800 años, aunque igual llegamos retrasados a esto también. Muchos años en todo caso.
2001 - Odisea del espacio
Estos días el Dólmen está "al alcance de la mano", han quitado la alambrada de alrededor, ya que están haciendo nuevos sondeos con detectores de metales, y la alambrada distorsionaba todo, según me comentó un concejal amigo mío.
El camino por el que andamos pasa por encima del túmulo, por lo que quieren cerrarlo ya que pasan por allí vehículos todoterreno; nosotros a pesar de ser unos pesados no creo que molestemos a los moradores de la zona.
De allí vamos hacia Castilleja de Guzmán, para enlazar con el camino del agua, casi al comienzo en la carretera de Camas a Salteras.
Durante el recorrido recordamos a los amigos ausentes, y así hablando vino a mi memoria esta canción, interpretada por el grupo Clannad:
I will find you
Y ya que estabamos con músicas maravillosas, grupos celtas , películas y libros famosos, de "El último mohicano", nos pasamos a "Rob Roy", y esta magnifica canción titulada : Ailein Duinn (Alan el de pelo oscuro) (más o menos) en gaélico; cantada por Karen Matheson, una garganta tocada por la mano de Dios, como dijo Sean Connery.
Karen Matheson es la cantante del grupo Capercaillie (Urogallo), del que podemos hablar otro día si os apetece.
Ailein Duinn
Seguimos recorriendo el camino del agua, hasta tomar una bajada a la derecha, que nos lleva hacia la vía del tren, y durante un breve espacio de tiempo, caminamos por la vía verde de Camas, donde nos encontramos gente paseando.
Un poco más adelante, hay una buena cuesta, donde dejamos a los que pasean en llano para volver a sentirnos libres:
Born Free
El otro día había un caminante sentado en una piedra, cerca de nuestro desvío, el hombre andaba recuperando el resuello, e imagino que cuando nos vío abandonar el camino para subir hacía uno de los puntos más altos de la zona, pensaría que estabamos locos.
Quizás en el fondo estemos un poco locos, o necesitemos esa locura para conseguir seguir a flote. La voz que suena de fondo en una parte de la canción corresponde a Winston Churchill y su famoso discurso donde decía que nunca se rendirían... nosotros tampoco.
Fool's Overture
Y así subimos hacía el "arbolito", sin miedo.
Fearless
"Camina frente al viento
camina frente a la lluvia
pensando que lograras tus sueños
y vuela.
Camina, camina
con esperanza en tu corazón
Y nunca caminarás solo
nunca caminarás solo.
You'll never walk alone
Y así continuamos nuestro camino, intentándo hacerlo lo mejor posible; buscando paz, con Babilonia a nuestros pies, igual acertamos, igual nos equivocamos, pero...
My Way
Y como al fin y al cabo no hacemos más que andar en circulos, volvemos al principio: Theme from Harry's Games interpretado de nuevo por Clannad.
Harry's Games
Tema de los juegos de Harry, los juegos de Enrique, caray hoy fue San Enrique, mi segundo nombre. Osea que esto son mis juegos.
Esta canción sirvió de banda sonora a la película Juego de Patriotas, interpretada por Harrison Ford.
Y para terminar hablando de Harrison Ford:
Tears in Rain
"Es toda una experiencia vivir con miedo ¿verdad?. Eso es lo que significa ser esclavo"
Espero que os haya gustado, porque sería una lástima que todo se perdiera como lágrimas en la lluvia.
Delirium
Mi infancia son recuerdos de la tierra vecina,
sin huertos claros donde madura el limonero;
mi madurez, quince años en tierras de Sevilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la faunotropía.
Y al cabo, nada os debo; me debéis cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la casa que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
"Retrato" (Antonio Machado)
(casi, perdón)
Retrato
La pateada del día de San Enrique:
Estuvimos esperando a Andrés por si aparecía, ya que era un poquito menos de las 20,00 y esperamos los 5 minutos de cortesía; al final no pudo venir y empezamos a patear.
Le pregunté a Fauno, si tenía ganas de sudar, porque hoy sudaríamos un poco más de lo habitual.
Al final hizo algo de aire, que luego daría título a este post; lastima que el viento soplaba entre las cañas, que si llegan a ser sauces, hubiera sido el lugar perfecto para un fauno.
Cuando salíamos le dije: "El recorrido de hoy te gustará".
Muy cerquita de mi casa está el Dolmen de La Pastora, un Dólmen de corredor, una construcción funeraria del período calcólitico, vamos de la edad del cobre para entendernos, hablamos de entre 2.500 y 1.800 años antes de Cristo.
Cada vez que paso por allí, no puedo dejar de pensar que en esa zona, habitó alguien hace entre 4500 y 3800 años, aunque igual llegamos retrasados a esto también. Muchos años en todo caso.
2001 - Odisea del espacio
Estos días el Dólmen está "al alcance de la mano", han quitado la alambrada de alrededor, ya que están haciendo nuevos sondeos con detectores de metales, y la alambrada distorsionaba todo, según me comentó un concejal amigo mío.
El camino por el que andamos pasa por encima del túmulo, por lo que quieren cerrarlo ya que pasan por allí vehículos todoterreno; nosotros a pesar de ser unos pesados no creo que molestemos a los moradores de la zona.
De allí vamos hacia Castilleja de Guzmán, para enlazar con el camino del agua, casi al comienzo en la carretera de Camas a Salteras.
Durante el recorrido recordamos a los amigos ausentes, y así hablando vino a mi memoria esta canción, interpretada por el grupo Clannad:
I will find you
Y ya que estabamos con músicas maravillosas, grupos celtas , películas y libros famosos, de "El último mohicano", nos pasamos a "Rob Roy", y esta magnifica canción titulada : Ailein Duinn (Alan el de pelo oscuro) (más o menos) en gaélico; cantada por Karen Matheson, una garganta tocada por la mano de Dios, como dijo Sean Connery.
Karen Matheson es la cantante del grupo Capercaillie (Urogallo), del que podemos hablar otro día si os apetece.
Ailein Duinn
Seguimos recorriendo el camino del agua, hasta tomar una bajada a la derecha, que nos lleva hacia la vía del tren, y durante un breve espacio de tiempo, caminamos por la vía verde de Camas, donde nos encontramos gente paseando.
Un poco más adelante, hay una buena cuesta, donde dejamos a los que pasean en llano para volver a sentirnos libres:
Born Free
El otro día había un caminante sentado en una piedra, cerca de nuestro desvío, el hombre andaba recuperando el resuello, e imagino que cuando nos vío abandonar el camino para subir hacía uno de los puntos más altos de la zona, pensaría que estabamos locos.
Quizás en el fondo estemos un poco locos, o necesitemos esa locura para conseguir seguir a flote. La voz que suena de fondo en una parte de la canción corresponde a Winston Churchill y su famoso discurso donde decía que nunca se rendirían... nosotros tampoco.
Fool's Overture
Y así subimos hacía el "arbolito", sin miedo.
Fearless
"Camina frente al viento
camina frente a la lluvia
pensando que lograras tus sueños
y vuela.
Camina, camina
con esperanza en tu corazón
Y nunca caminarás solo
nunca caminarás solo.
You'll never walk alone
Y así continuamos nuestro camino, intentándo hacerlo lo mejor posible; buscando paz, con Babilonia a nuestros pies, igual acertamos, igual nos equivocamos, pero...
My Way
Y como al fin y al cabo no hacemos más que andar en circulos, volvemos al principio: Theme from Harry's Games interpretado de nuevo por Clannad.
Harry's Games
Tema de los juegos de Harry, los juegos de Enrique, caray hoy fue San Enrique, mi segundo nombre. Osea que esto son mis juegos.
Esta canción sirvió de banda sonora a la película Juego de Patriotas, interpretada por Harrison Ford.
Y para terminar hablando de Harrison Ford:
Tears in Rain
"Es toda una experiencia vivir con miedo ¿verdad?. Eso es lo que significa ser esclavo"
Espero que os haya gustado, porque sería una lástima que todo se perdiera como lágrimas en la lluvia.
Delirium
Mi infancia son recuerdos de la tierra vecina,
sin huertos claros donde madura el limonero;
mi madurez, quince años en tierras de Sevilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la faunotropía.
Y al cabo, nada os debo; me debéis cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la casa que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
"Retrato" (Antonio Machado)
(casi, perdón)
Retrato
jueves, 15 de julio de 2010
PATEADA EL DIA DE SAN ENRIQUE
Un avance simplemente, el pasado día 13, sin miedo a que fuera martes y 13, llevé al amigo Fauno, por un nuevo camino por la zona de entrenamiento por donde pateamos normalmente, y por donde esperamos ansiosos la visita de algún amigo de la bandera malagueña para que disfruten con las vistas que hay por esa zona, con Babilonia a nuestros pies, y nosotros disfrutemos de su compañía.
El caso es que no fui haciendo fotos, pero como el amigo Fauno, excelente catador de caminos y gourment exigente de pateadas dijo que le gustaba, espero repetirlo una de estas tardes quizás solo, ya que Fauno se ha retirado a meditar en las playas de Huelva y Andrés anda liado de trabajo.
Espero repetirlo e ir haciendo fotos para compartirlo con vosotros.
La música y los videos que acompañarán al relato ya los tengo elegidos, solo me faltan las fotos, así que pronto os hablaré de ese recorrido... donde el viento silba entre las cañas.
Y como poco a poco nos vamos recuperando de la resaca del mundial, os dejo este video, la canción creo que sonaba de sintonía en una cadena de televisión estos días, en el segundo video aparece la traducción, leed la letra.
Human. ¿Somos humanos o somos bailarines?
Human. ¿Somos humanos o somos bailarines?
Y para aclarar un poco eso de ¿somos humanos o somos bailarines?, os dejo esta información tomada del Blog: "Opinando que es gerundio", es donde lo he encontrado mejor explicado.
"La canción ha tenido bastante controversia, ya que primero la gente dudaba en cual era el significado real del estribillo, ya que una sola letra lo podía variar: Are we human or are we dancers? se traduciría "somos humanos o somos bailarines" o como creían entender otros Are we human or are we denser? que se traduciría como "somos humanos o somos torpes". Esta primera controversia la tuvieron que solventar a través de su web diciendo que el spelling correcto era dancer.
Esta corrección llevo la controversia a una cita del escritor Hunter S. Thompson, “We’re raising a generation of dancers.”, que viene a decir que "estamos creando una generación de bailarines", interpretando, generación de bailarines como que las personas siguen los pasos y notas que el gobierno esta marcando. Brandon Flowers estuvo bastante contrariado con las masas ya que la mala interpretación de sus letras hacia que su trabajo y la canción perdiera todo el sentido. Para él, Human es una reflexión social, y parece que la gente se lo ha tomado como algo absurdo. Además en otra parte de la canción, "Sometimes I get nervous when I see an open door" Brandon Flowers nos quiere hacer ver también que cuando hay oportunidades diferentes no sabemos si tomar una decisión u otra por miedo y seguir bailando al ritmo que nos dicen o si verdaderamente demostramos nuestro pensamiento (humanidad) y elegir lo que deseemos."
El autor del blog traduce denser como torpes, yo no he localizado esa traducción, la que si he encontrado es "más densos"; lo que podría corresponderse a cuando nosotros decimos que estamos "espesos", pero esto es solo una apreciación mía, y por tanto puede ser un error, humano, precisamente.
Volveré.
El caso es que no fui haciendo fotos, pero como el amigo Fauno, excelente catador de caminos y gourment exigente de pateadas dijo que le gustaba, espero repetirlo una de estas tardes quizás solo, ya que Fauno se ha retirado a meditar en las playas de Huelva y Andrés anda liado de trabajo.
Espero repetirlo e ir haciendo fotos para compartirlo con vosotros.
La música y los videos que acompañarán al relato ya los tengo elegidos, solo me faltan las fotos, así que pronto os hablaré de ese recorrido... donde el viento silba entre las cañas.
Y como poco a poco nos vamos recuperando de la resaca del mundial, os dejo este video, la canción creo que sonaba de sintonía en una cadena de televisión estos días, en el segundo video aparece la traducción, leed la letra.
Human. ¿Somos humanos o somos bailarines?
Human. ¿Somos humanos o somos bailarines?
Y para aclarar un poco eso de ¿somos humanos o somos bailarines?, os dejo esta información tomada del Blog: "Opinando que es gerundio", es donde lo he encontrado mejor explicado.
"La canción ha tenido bastante controversia, ya que primero la gente dudaba en cual era el significado real del estribillo, ya que una sola letra lo podía variar: Are we human or are we dancers? se traduciría "somos humanos o somos bailarines" o como creían entender otros Are we human or are we denser? que se traduciría como "somos humanos o somos torpes". Esta primera controversia la tuvieron que solventar a través de su web diciendo que el spelling correcto era dancer.
Esta corrección llevo la controversia a una cita del escritor Hunter S. Thompson, “We’re raising a generation of dancers.”, que viene a decir que "estamos creando una generación de bailarines", interpretando, generación de bailarines como que las personas siguen los pasos y notas que el gobierno esta marcando. Brandon Flowers estuvo bastante contrariado con las masas ya que la mala interpretación de sus letras hacia que su trabajo y la canción perdiera todo el sentido. Para él, Human es una reflexión social, y parece que la gente se lo ha tomado como algo absurdo. Además en otra parte de la canción, "Sometimes I get nervous when I see an open door" Brandon Flowers nos quiere hacer ver también que cuando hay oportunidades diferentes no sabemos si tomar una decisión u otra por miedo y seguir bailando al ritmo que nos dicen o si verdaderamente demostramos nuestro pensamiento (humanidad) y elegir lo que deseemos."
El autor del blog traduce denser como torpes, yo no he localizado esa traducción, la que si he encontrado es "más densos"; lo que podría corresponderse a cuando nosotros decimos que estamos "espesos", pero esto es solo una apreciación mía, y por tanto puede ser un error, humano, precisamente.
Volveré.
martes, 6 de julio de 2010
ALJARAFE
Tenía ganas de escribir algo, dar un pequeño paso para ir pasando página, me apetece escribir, contaros que hoy hemos salido a andar, si aquí en Sevilla, a las 20.00 que diría Ignacio, con la caló aunque a esa hora ya empezaba a refrescar, aunque los vientos nos traían recuerdos del desierto.
"En el sur de Marruecos, hay un viento en forma de torbellino, el Aajej contra el que los fellahin se defienden con cuchllos."
El Paciente Inglés
Hemos salido los tres, como si fueramos Los Tres Caballeros de la película de Disney, aunque esperabamos a Andrés, y hubieramos sido mejor Los Tres Mosqueteros.
Hemos hecho el último recorrido que hemos montado a base de trozos de otros caminos que hemos ido descubriendo poco a poco, a Rafa le gusta, dice que como es llano puedo ir a su paso.
Si no me equivoco hemos pasado por tres pueblos, Valencina de la Concepción, Castilleja de la Cuesta y Gines, quizás en algún momento hayamos pisado terreno de Castilleja de Guzmán, pero no lo sé.
Ignacio, lo llama el recorrido de las antenas.
Nos hemos cruzado como otras veces con algún Pretoriano, que estaba haciendo su ronda de vigilancia, hoy nos hemos cruzado con Paco Luque.
Todo el tiempo vamos por caminos, donde nos cruzamos con muy poquita gente, lo mejor, aunque en algunos tramos, como no, hay escombros, lo peor.
Es un recorrido tranquilo, sin mucho esfuerzo salvo la cuesta "Tartessica", donde se corta el aire mientras subimos, pero por lo general es un buen recorrido para charlar.
Nos sentíamos libres... el cielo azul, así que no tardó en aparecer por alli Juliette Binoche:
Tres colores Azul
Y como dos horas dan para mucho además de recordar a los amigos y a las amigas a los que se echa de menos, charlamos de muchas cosas, de alguna mariposilla que se posaba entre las flores más bellas.
Un Cuento para mi Niño
El viento nos traía susurros de Sevilla:
¡Dadme mi Sevilla vieja
donde se dormía el tiempo,
en palacios con jardines
bajo un azul de convento.
Salud, oh sonrisa clara
del sol en el limonero
de mi rincón de Sevilla.
¡Oh alegre como un pandero,
luna redonda y beata,
sobre el tapial de mi huerto!
Y de Sevilla a su río:
El río de mi Sevilla
Y ya de ahí nos perdemos entre pasos, caminos, canciones, consejos y recuerdos, y damos pasos, abrimos caminos, hablamos de canciones, recibimos consejos y recordamos recuerdos, entre ellos a D. Paco Rabal y al Sr. Matacanes.
Incluso nos atrevemos a cantar ahora que nadie nos escucha, canciones de esas que son imposibles de encontrar:
El mejor de los veleros
"Y como no tenia dinero
fue a la playa y se llevó el mejor de los veleros...
Que menos,
que el que no tenga dinero
vaya a la playa y se lleve el mejor de los veleros...
En un barco de papel
con mi niña yo me iré
si es necesario
La llevaré a una cabaña
que yo compré en la montaña
y que pagué con mi perro mis poemas y mi guitarra...
Allí los dos viviremos
y haremos un huertecillo
y venderemos sus frutos
pa recuperá a mi perro mi guitarra y mis versillos...
Vengo a darte los recuerdos
de un hombre que conocí.
Vive, pero siempre vive acordándose de ti.
Me lo encontré en el camino
y nos hicimos hermanos
y le invité a que subiera
a lomos de mi caballo
Y en una venta
bebiendo vino y mas vino
a mi hermano de camino le escuché dos o tres letras:
Mi novia se llama Estrella
y tiene un firmamento solito pa ella"
Y aún con los recuerdos de El Rocío en la mirada:
Si te supiera decir
Y de ahí acabamos hablando de colinas, de subir todas las colinas que hay desde la Autopista de Huelva, hasta llegar a Itálica, subirlas todas, que son muchas, más de siete, subir al Carambolo, luego a nuestra Cuesta Tartessica, la cuesta del arbol de Caño Ronco, la Colina del arbolito alli donde las banderas pretorianas, y seguir subiendo y bajando colinas, hasta llegar a Itálica, hay que estudiarlo bien para hacerlo, así que ya nos sentimos como un loco o mejor tres locos de la colina, y de ahí como no a esto:
Ese amigo del alma
Asi que al final no hemos hecho más que montar otro cambalache.
Cambalache
al fin y al cabo.. Castillos en el aire
Castillos en el aire
"En el sur de Marruecos, hay un viento en forma de torbellino, el Aajej contra el que los fellahin se defienden con cuchllos."
El Paciente Inglés
Hemos salido los tres, como si fueramos Los Tres Caballeros de la película de Disney, aunque esperabamos a Andrés, y hubieramos sido mejor Los Tres Mosqueteros.
Hemos hecho el último recorrido que hemos montado a base de trozos de otros caminos que hemos ido descubriendo poco a poco, a Rafa le gusta, dice que como es llano puedo ir a su paso.
Si no me equivoco hemos pasado por tres pueblos, Valencina de la Concepción, Castilleja de la Cuesta y Gines, quizás en algún momento hayamos pisado terreno de Castilleja de Guzmán, pero no lo sé.
Ignacio, lo llama el recorrido de las antenas.
Nos hemos cruzado como otras veces con algún Pretoriano, que estaba haciendo su ronda de vigilancia, hoy nos hemos cruzado con Paco Luque.
Todo el tiempo vamos por caminos, donde nos cruzamos con muy poquita gente, lo mejor, aunque en algunos tramos, como no, hay escombros, lo peor.
Es un recorrido tranquilo, sin mucho esfuerzo salvo la cuesta "Tartessica", donde se corta el aire mientras subimos, pero por lo general es un buen recorrido para charlar.
Nos sentíamos libres... el cielo azul, así que no tardó en aparecer por alli Juliette Binoche:
Tres colores Azul
Y como dos horas dan para mucho además de recordar a los amigos y a las amigas a los que se echa de menos, charlamos de muchas cosas, de alguna mariposilla que se posaba entre las flores más bellas.
Un Cuento para mi Niño
El viento nos traía susurros de Sevilla:
¡Dadme mi Sevilla vieja
donde se dormía el tiempo,
en palacios con jardines
bajo un azul de convento.
Salud, oh sonrisa clara
del sol en el limonero
de mi rincón de Sevilla.
¡Oh alegre como un pandero,
luna redonda y beata,
sobre el tapial de mi huerto!
Y de Sevilla a su río:
El río de mi Sevilla
Y ya de ahí nos perdemos entre pasos, caminos, canciones, consejos y recuerdos, y damos pasos, abrimos caminos, hablamos de canciones, recibimos consejos y recordamos recuerdos, entre ellos a D. Paco Rabal y al Sr. Matacanes.
Incluso nos atrevemos a cantar ahora que nadie nos escucha, canciones de esas que son imposibles de encontrar:
El mejor de los veleros
"Y como no tenia dinero
fue a la playa y se llevó el mejor de los veleros...
Que menos,
que el que no tenga dinero
vaya a la playa y se lleve el mejor de los veleros...
En un barco de papel
con mi niña yo me iré
si es necesario
La llevaré a una cabaña
que yo compré en la montaña
y que pagué con mi perro mis poemas y mi guitarra...
Allí los dos viviremos
y haremos un huertecillo
y venderemos sus frutos
pa recuperá a mi perro mi guitarra y mis versillos...
Vengo a darte los recuerdos
de un hombre que conocí.
Vive, pero siempre vive acordándose de ti.
Me lo encontré en el camino
y nos hicimos hermanos
y le invité a que subiera
a lomos de mi caballo
Y en una venta
bebiendo vino y mas vino
a mi hermano de camino le escuché dos o tres letras:
Mi novia se llama Estrella
y tiene un firmamento solito pa ella"
Y aún con los recuerdos de El Rocío en la mirada:
Si te supiera decir
Y de ahí acabamos hablando de colinas, de subir todas las colinas que hay desde la Autopista de Huelva, hasta llegar a Itálica, subirlas todas, que son muchas, más de siete, subir al Carambolo, luego a nuestra Cuesta Tartessica, la cuesta del arbol de Caño Ronco, la Colina del arbolito alli donde las banderas pretorianas, y seguir subiendo y bajando colinas, hasta llegar a Itálica, hay que estudiarlo bien para hacerlo, así que ya nos sentimos como un loco o mejor tres locos de la colina, y de ahí como no a esto:
Ese amigo del alma
Asi que al final no hemos hecho más que montar otro cambalache.
Cambalache
al fin y al cabo.. Castillos en el aire
Castillos en el aire
viernes, 2 de julio de 2010
ESTOY OFICIALMENTE DEPRIMIDO
A lo largo de la vida, y conforme ésta se va haciendo un poco más larga cada día, o más corta según se mire, se pasan por momentos duros, tristes y dificiles.
Yo ya he pasado los míos, como habréis pasado muchos, o pocos, no creo que me lean más de 4 ó 5. El despido del trabajo en el que llevaba más de 20 años, porque nos compró una multinacional que no contaba con nadie de los que trabajamos allí, porque se ve ellos eran mejores en todo.
La muerte de mi padre, hace tantos años que ya ni recuerdo exactamente, ventitantos años ya, mi padre con el que apenas tuve trato porque fue un pobre emigrante como dice la canción, tal vez por eso me guste ese pueblo llamado Arriate donde he estado batantes veces ayudando a un amigo, digo esto porque en ese pueblo hay un monumento al emigrante, con su maleta en la mano y mirando hacia atrás probablemente para llevarse un último recuerdo de su tierra, bueno como me pasa siempre empiezo a perderme, mi padre con el que apenas tuve trato porque se llevaba todo el año trabajando en Alemanía y veía solo un mes al año, en vacaciones.
Haciendo cuentas, me salen muy pocos años a su lado, después se vino jubilado de Alemania, con la espalda destrozada, y a los pocos años se murió de un cáncer de pulmón, que solo le regaló los seis meses de vida justo, que nos dijo el médico que viviría.
Después la enfermedad de mi madre, cáncer de nuevo, su operación de la que salió perfectamente y de la que no tendría que volver a preocuparse según nos dijo el médico, pues le habían podido extirpar todo lo malo.
Lástima que el médico se equivocara y tres años después se le hubiera reproducido, y tuviera poca solución, su radioterapia para nada, una nueva operación, y poco a poco se fue consumiendo, quizás aburrida de luchar. Quizás hiciera bien, y sea bueno darse cuenta de cuando no podemos seguir luchando y dejarnos ir poco a poco.
Siempre había pensado que yo era una persona fuerte de coco, que eso de la depresión era algo que a mi nunca me afectaría, pero se ve que no; cada día un nuevo granito de arena se va depositando en la mochila de la vida, haciendo que la carga se más pesada de llevar.
Antes de que falleciera mi madre, descubrí una cosa que le afectaba a ella, pero de la que no quiero hablar, y de la que solo me gustaría hablar cuando estuviera felizmente resuelta, pero de momento aún no es así, espero que más adelante sean mejores las noticias y os lo pueda contar, muy pocos sabéis a lo que me refiero, y si sale bien, y os lo cuento, os vais a echar las manos a la cabeza y no os lo vais a creer.
Una triste historia.
NOTA: 05/07/2010 El tema anterior es uno de los que más quemado me ha tenido, por el hecho en si, y porque cada vez está más claro que lo voy a perder, por algo tan lamentable como que el presunto delito cometido ha prescrito y no puedo seguir adelante con la querella criminal. Dicho esto si la justicia funciona así, y una presunta estafa cometida en el año 2003 ya ha prescrito en el 2010, me parece que poca solución le veo al tema. En fin, lo que más lamento es que hice una promesa que no voy a poder cumplir.
Dicen que lo que no te mata, te hace más fuerte, pero habrá que tomarse su tiempo para asimilar tantas cosas, y encima te das cuenta de lo mala que es la condición humana, de la miseria de las personas.
Recientemente y para dar una nueva vuelta de tuerca, la operación de mi suegro al que han tenido que amputar parte de la pierna, hace que pienses que en esta vida; la justicia, esa cosa que no existe, se reparte de una forma muy irónica y arbitraria.
Así que ayer fui al médico después de llevarme bastantes días en los que me encontraba profundamente triste, digo yo que motivos no me faltan desde luego, sin ganas de nada, salvo de ponerme a andar como he comentado en algun sitio, empezar a andar y desaparecer, sin saber de nadie, sin que nadie te llame, y sin tener que preocuparte de nada, o como dijo aquel esperar a que pararan este mundo por un momento para poder bajarme.
Aparte de eso levantarme para ir al trabajo, me resulta poco menos que un trabajo de Hercules, pero hay que ir que le vamos a hacer, la primitiva no toca.
Si mi médico terminó la carrera, sacó una nota decente y no copió en los examenes, estoy deprimido, la verdad es que uno tonto no es, y antes de entrar en la consulta, diabético sabía que no era, y también suponía que no era lupus, porque nunca es lupus, pero bueno no es lo mismo pensarlo a que te saquen un tratamiento, te receten clominosequé y loranosecuantos, y te digan que dentro de 4 semanitas te pases por allí.
Lo mejor qe me dijo, es que siga con mi actividad física, porque le dije que solo tenía ganas de andar por ahí y quitarme de en medio, y el remate, que tenía que ir poco a poco, no sé como explicarlo, que fuera planteandome las cosas de otra forma, supongo que quería decir que sea feliz, como si eso fuera tan fácil; y lo mejor fue que me dijo que debo cambiar mi actitud hacia los demás, supongo que lo díria por lo de que no tengo ganas de ver a nadie, y perderme solo por ahí.
Cuando me dijo esto, me hubiera gustado hablarle de las cosas que se le pasan a uno por la cabeza con todas estas historias aburridas que os he contado, pero pensé que sería mejor que no, que igual no se lo creía y podía pensar que lo que estaba era loco y me acabaran internando. aunque creo que ahora no te internan, que no está bien visto.
Lo que si me quedé fue un rato esperando a que el médico abriera la puerta del despacho y le dijera al resto del mundo que por favor también me trataran un poco mejor a mi, pero esto no sucedió, así que salí de allí con mi tratamiento, y mi tarjetita de la seguridad social cargada con las pastillitas que tenía que comprar para empezar a tomarme.
Y ni tan siquiera puedo decir que soy de la generación Prozac porque lo que me ha recetado es un genérico de esos.
De todos modos no os preocupéis, de todo se sale, eso dicen, y solo si veis que cuando abra algún apartado sobre música, empiezo a hablar mucho de Nirvana o Joy Division es cuando deberéis empezar a preocuparos.
Love will tear us apart
Yo ya he pasado los míos, como habréis pasado muchos, o pocos, no creo que me lean más de 4 ó 5. El despido del trabajo en el que llevaba más de 20 años, porque nos compró una multinacional que no contaba con nadie de los que trabajamos allí, porque se ve ellos eran mejores en todo.
La muerte de mi padre, hace tantos años que ya ni recuerdo exactamente, ventitantos años ya, mi padre con el que apenas tuve trato porque fue un pobre emigrante como dice la canción, tal vez por eso me guste ese pueblo llamado Arriate donde he estado batantes veces ayudando a un amigo, digo esto porque en ese pueblo hay un monumento al emigrante, con su maleta en la mano y mirando hacia atrás probablemente para llevarse un último recuerdo de su tierra, bueno como me pasa siempre empiezo a perderme, mi padre con el que apenas tuve trato porque se llevaba todo el año trabajando en Alemanía y veía solo un mes al año, en vacaciones.
Haciendo cuentas, me salen muy pocos años a su lado, después se vino jubilado de Alemania, con la espalda destrozada, y a los pocos años se murió de un cáncer de pulmón, que solo le regaló los seis meses de vida justo, que nos dijo el médico que viviría.
Después la enfermedad de mi madre, cáncer de nuevo, su operación de la que salió perfectamente y de la que no tendría que volver a preocuparse según nos dijo el médico, pues le habían podido extirpar todo lo malo.
Lástima que el médico se equivocara y tres años después se le hubiera reproducido, y tuviera poca solución, su radioterapia para nada, una nueva operación, y poco a poco se fue consumiendo, quizás aburrida de luchar. Quizás hiciera bien, y sea bueno darse cuenta de cuando no podemos seguir luchando y dejarnos ir poco a poco.
Siempre había pensado que yo era una persona fuerte de coco, que eso de la depresión era algo que a mi nunca me afectaría, pero se ve que no; cada día un nuevo granito de arena se va depositando en la mochila de la vida, haciendo que la carga se más pesada de llevar.
Antes de que falleciera mi madre, descubrí una cosa que le afectaba a ella, pero de la que no quiero hablar, y de la que solo me gustaría hablar cuando estuviera felizmente resuelta, pero de momento aún no es así, espero que más adelante sean mejores las noticias y os lo pueda contar, muy pocos sabéis a lo que me refiero, y si sale bien, y os lo cuento, os vais a echar las manos a la cabeza y no os lo vais a creer.
Una triste historia.
NOTA: 05/07/2010 El tema anterior es uno de los que más quemado me ha tenido, por el hecho en si, y porque cada vez está más claro que lo voy a perder, por algo tan lamentable como que el presunto delito cometido ha prescrito y no puedo seguir adelante con la querella criminal. Dicho esto si la justicia funciona así, y una presunta estafa cometida en el año 2003 ya ha prescrito en el 2010, me parece que poca solución le veo al tema. En fin, lo que más lamento es que hice una promesa que no voy a poder cumplir.
Dicen que lo que no te mata, te hace más fuerte, pero habrá que tomarse su tiempo para asimilar tantas cosas, y encima te das cuenta de lo mala que es la condición humana, de la miseria de las personas.
Recientemente y para dar una nueva vuelta de tuerca, la operación de mi suegro al que han tenido que amputar parte de la pierna, hace que pienses que en esta vida; la justicia, esa cosa que no existe, se reparte de una forma muy irónica y arbitraria.
Así que ayer fui al médico después de llevarme bastantes días en los que me encontraba profundamente triste, digo yo que motivos no me faltan desde luego, sin ganas de nada, salvo de ponerme a andar como he comentado en algun sitio, empezar a andar y desaparecer, sin saber de nadie, sin que nadie te llame, y sin tener que preocuparte de nada, o como dijo aquel esperar a que pararan este mundo por un momento para poder bajarme.
Aparte de eso levantarme para ir al trabajo, me resulta poco menos que un trabajo de Hercules, pero hay que ir que le vamos a hacer, la primitiva no toca.
Si mi médico terminó la carrera, sacó una nota decente y no copió en los examenes, estoy deprimido, la verdad es que uno tonto no es, y antes de entrar en la consulta, diabético sabía que no era, y también suponía que no era lupus, porque nunca es lupus, pero bueno no es lo mismo pensarlo a que te saquen un tratamiento, te receten clominosequé y loranosecuantos, y te digan que dentro de 4 semanitas te pases por allí.
Lo mejor qe me dijo, es que siga con mi actividad física, porque le dije que solo tenía ganas de andar por ahí y quitarme de en medio, y el remate, que tenía que ir poco a poco, no sé como explicarlo, que fuera planteandome las cosas de otra forma, supongo que quería decir que sea feliz, como si eso fuera tan fácil; y lo mejor fue que me dijo que debo cambiar mi actitud hacia los demás, supongo que lo díria por lo de que no tengo ganas de ver a nadie, y perderme solo por ahí.
Cuando me dijo esto, me hubiera gustado hablarle de las cosas que se le pasan a uno por la cabeza con todas estas historias aburridas que os he contado, pero pensé que sería mejor que no, que igual no se lo creía y podía pensar que lo que estaba era loco y me acabaran internando. aunque creo que ahora no te internan, que no está bien visto.
Lo que si me quedé fue un rato esperando a que el médico abriera la puerta del despacho y le dijera al resto del mundo que por favor también me trataran un poco mejor a mi, pero esto no sucedió, así que salí de allí con mi tratamiento, y mi tarjetita de la seguridad social cargada con las pastillitas que tenía que comprar para empezar a tomarme.
Y ni tan siquiera puedo decir que soy de la generación Prozac porque lo que me ha recetado es un genérico de esos.
De todos modos no os preocupéis, de todo se sale, eso dicen, y solo si veis que cuando abra algún apartado sobre música, empiezo a hablar mucho de Nirvana o Joy Division es cuando deberéis empezar a preocuparos.
Love will tear us apart
sábado, 26 de junio de 2010
25 de junio de 2010 - Benacazón - El Rocío
Para los que queráis compartir este Camino con nosotros.
Para los que ya hayáis hecho este u otro Camino y queráis hacerlo de nuevo.
Para los que nunca lo habéis hecho.
Para los que queréis hacerlo en el futuro.
Para los que estuvisteis con nosotros.
Para los que no pudisteis venir.
Para los que fuisteis recordados.
Para los que nos llamasteis.
Para los amigos.
Para todos.
Comenzamos el Camino, salimos de Benacazón, dejamos el pueblo y pisamos tierra por primera vez.
Camino de Gelo, tomamos a la derecha.
Mezcla de colores.
Recordando a Manolook
¿Queréis un garrote?
Camino
Después de cruzar la carretera
Árbol
Chumberas
Palillos de dientes para el Camino
Por aquí
Liebres y conejos cruzando el camino
Seguimos por aquí
Flechas rojas, en algunos momentos veréis flechas rojas, pero no las sigáis siempre, se trata de un recorrido en bici por tanto no llegaréis a la Raya Real.
Verde, blanco, verde.
Por aquí
Cortafuegos que nos llevará al camping.
El camping
Nuestro camino, dejando el camping a la izquierda.
Aquí también tenemos flechas amarillas
El bar del camping, parada obligada de la marcha nocturna pretoriana para reponer fuerzas.
Flecha
Imitando la frase de D. Juan Ramón: "La salida del camping vista de cerca parece la entrada al acuartelamiento de La Legión vista de lejos"
Flecha
Seguridad Pública de Andalucía. Fauno haciendo guardia.
Casa Forestal
Hacia adelante carril bici, nosotros tiraremos a la derecha
Torre de vigilancia (con cobertura)
Camino a la derecha de la Hacienda de Aljobar, vamos enfilando hacia el Vado de Quema
Variedad de verdes
Eres la más bella flor que nace en el mes de enero
Nublao
Flecha que nos encamina al Vado
Cartel
Abrevadero
Cartel del Vado de Quema
Peregrino...
El Templete del Vado de Quema. "... más si mi amor te olvidare, Tu no te olvides nunca de mi"
Detalle del Templete
Ofrenda
Detalle para iniciados.
La traducción es algo así:
"En los Idus de mayo de 1959, un buey portó el primer simpecado caminante desde la ciudad de Olont (probablemente Olontigi - Aznalcazar, ya que la hermandad tiene como fecha de fundación 1959), hasta la Rocina y atravesó este río. Su cabeza aquí está situada".
Cuando el sol sale por el Oriente
con sus primeros rayos besa tu frente
Y con la Aurora,
se ilumina la cara de la pastora
Es el río de Quema, espejo claro
donde la primavera mira su encanto
mansa corriente
donde la Virgen pura se mira siempre
Si quieres que tu pesar se convierta en alegría,
no pasarás caminante sin saludar a María.
Verde que te quiero verde
El Vado
Volvemos sobre nuestros pasos, para retomar el Camino
De nuevo el Camino ante nosotros
De nuevo...
El Camino nos lleva hacia la derecha
Vía pecuaria Cañada Real de los Isleños
Las flechas amarillas compiten con el musgo
Ya se ve el Campanario de la Iglesia de Villamanrique
Entrada en Villamanrique
"Villamanrique, paso de Hermandades"
Plaza de España
Azulejo en la pared de la Iglesia
La Iglesia
El Campanario con su reloj parado Dios sabe cuando. Aquí el tiempo se mide en pasos.
Recordando a Goro Medina
Monumento a los tamborileros
Una preciosidad sobre una pared blanca, nos recuerda donde estamos, y por qué estamos aquí.
¡Sandías frescas!
Caminantes. "Soldados, no a por mi, cuidad el Estandarte de María"
El humo del cohete
Los bueyes suben el simpecado a la puerta de la Iglesia.
Sobre el simpecado un ansar.
Goro Medina
Detalles del mural
Una flecha amarilla nos indica el Camino que nos saca de Villamanrique para no ir por la carretera.
Un cartel bien aprovechado. Coste de la obra 1 millón de pesetas.
Se acaba el Camino, y llegamos a la carretera que nos llevará al Cancelín del Urracal.
Se les acabó la pintura amarilla.
Un pequeño sendero para evitar la carretera
La Pará, está todo dicho, una pará en la Venta Mauro, antes de entrar en la arena
El Cancelín del Urracal
¡Arena!, toa pa mi
Al cruzar la carretera de las fresas, una nueva flecha nos indica que a partir de aquí no hay vuelta atrás, solo arena.
Estás en la Raya Real. ¡Buen Camino!
¿Alguien quería saber si hay mucha arena?
A la sombra de los pinos
El Camino se pierde en la distancia, aun no tenemos ninguna referencia a la vista
Ya queda menos, los árboles en medio del camino.
Algunos cuentan que han visto como en sueños al Fauno de las Marismas
Arena, mucha arena
¿Plagio?. Busca las diferencias.
Belleza
Llegamos a los árboles, puente sobre la arena
Algo se ve a lo lejos
Una pará antes de llegar a Palacio, el abrevadero de Hinojos
El escudo de Hinojos, con el "no madeja do"
Palacio
Los chanchullos mandan más que las tradiciones de siglos
Rodeamos Palacio ahora por su derecha, sin poder pasar por delante, como ha pasado siempre, para coger el último tramo de arena, más largo que el anterior. Vereda del Camino de Sevilla y Rocío.
Coto del Rey. Parque Nacional de Doñana. Otra flecha amarilla.
Inicio zona de sesteo. ¡Que bien puestos están algunos carteles!
Caballos libres antes de llegar al Ajolí.
"Aún espero en Dios y en su bendita Madre, flor y espejo de los caballos, que presto nos hemos de ver los dos cual deseamos: tu con tu señor a cuestas; y yo, encima de ti, ejercitando el oficio para el que Dios me echó al mundo".
Árboles y luces, llegamos al Puente del Ajolí
Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Puente del Ajolí
Página Unida:
A quien pueda interesar, como mero espectador y fedatario público de este acto, doy fe de que como debe corresponder a todo viaje iniciático,los asistentes fueron bautizados, asimismo indico que "El Fauno de las Marismas" y "Torpín de los bosques (marismeños)", ya hablaron de nuevos Caminos.
Para los que ya hayáis hecho este u otro Camino y queráis hacerlo de nuevo.
Para los que nunca lo habéis hecho.
Para los que queréis hacerlo en el futuro.
Para los que estuvisteis con nosotros.
Para los que no pudisteis venir.
Para los que fuisteis recordados.
Para los que nos llamasteis.
Para los amigos.
Para todos.
Comenzamos el Camino, salimos de Benacazón, dejamos el pueblo y pisamos tierra por primera vez.
Camino de Gelo, tomamos a la derecha.
Mezcla de colores.
Recordando a Manolook
¿Queréis un garrote?
Camino
Después de cruzar la carretera
Árbol
Chumberas
Palillos de dientes para el Camino
Por aquí
Liebres y conejos cruzando el camino
Seguimos por aquí
Flechas rojas, en algunos momentos veréis flechas rojas, pero no las sigáis siempre, se trata de un recorrido en bici por tanto no llegaréis a la Raya Real.
Verde, blanco, verde.
Por aquí
Cortafuegos que nos llevará al camping.
El camping
Nuestro camino, dejando el camping a la izquierda.
Aquí también tenemos flechas amarillas
El bar del camping, parada obligada de la marcha nocturna pretoriana para reponer fuerzas.
Flecha
Imitando la frase de D. Juan Ramón: "La salida del camping vista de cerca parece la entrada al acuartelamiento de La Legión vista de lejos"
Flecha
Seguridad Pública de Andalucía. Fauno haciendo guardia.
Casa Forestal
Hacia adelante carril bici, nosotros tiraremos a la derecha
Torre de vigilancia (con cobertura)
Camino a la derecha de la Hacienda de Aljobar, vamos enfilando hacia el Vado de Quema
Variedad de verdes
Eres la más bella flor que nace en el mes de enero
Nublao
Flecha que nos encamina al Vado
Cartel
Abrevadero
Cartel del Vado de Quema
Peregrino...
El Templete del Vado de Quema. "... más si mi amor te olvidare, Tu no te olvides nunca de mi"
Detalle del Templete
Ofrenda
Detalle para iniciados.
La traducción es algo así:
"En los Idus de mayo de 1959, un buey portó el primer simpecado caminante desde la ciudad de Olont (probablemente Olontigi - Aznalcazar, ya que la hermandad tiene como fecha de fundación 1959), hasta la Rocina y atravesó este río. Su cabeza aquí está situada".
Cuando el sol sale por el Oriente
con sus primeros rayos besa tu frente
Y con la Aurora,
se ilumina la cara de la pastora
Es el río de Quema, espejo claro
donde la primavera mira su encanto
mansa corriente
donde la Virgen pura se mira siempre
Si quieres que tu pesar se convierta en alegría,
no pasarás caminante sin saludar a María.
Verde que te quiero verde
El Vado
Volvemos sobre nuestros pasos, para retomar el Camino
De nuevo el Camino ante nosotros
De nuevo...
El Camino nos lleva hacia la derecha
Vía pecuaria Cañada Real de los Isleños
Las flechas amarillas compiten con el musgo
Ya se ve el Campanario de la Iglesia de Villamanrique
Entrada en Villamanrique
"Villamanrique, paso de Hermandades"
Plaza de España
Azulejo en la pared de la Iglesia
La Iglesia
El Campanario con su reloj parado Dios sabe cuando. Aquí el tiempo se mide en pasos.
Recordando a Goro Medina
Monumento a los tamborileros
Una preciosidad sobre una pared blanca, nos recuerda donde estamos, y por qué estamos aquí.
¡Sandías frescas!
Caminantes. "Soldados, no a por mi, cuidad el Estandarte de María"
El humo del cohete
Los bueyes suben el simpecado a la puerta de la Iglesia.
Sobre el simpecado un ansar.
Goro Medina
Detalles del mural
Una flecha amarilla nos indica el Camino que nos saca de Villamanrique para no ir por la carretera.
Un cartel bien aprovechado. Coste de la obra 1 millón de pesetas.
Se acaba el Camino, y llegamos a la carretera que nos llevará al Cancelín del Urracal.
Se les acabó la pintura amarilla.
Un pequeño sendero para evitar la carretera
La Pará, está todo dicho, una pará en la Venta Mauro, antes de entrar en la arena
El Cancelín del Urracal
¡Arena!, toa pa mi
Al cruzar la carretera de las fresas, una nueva flecha nos indica que a partir de aquí no hay vuelta atrás, solo arena.
Estás en la Raya Real. ¡Buen Camino!
¿Alguien quería saber si hay mucha arena?
A la sombra de los pinos
El Camino se pierde en la distancia, aun no tenemos ninguna referencia a la vista
Ya queda menos, los árboles en medio del camino.
Algunos cuentan que han visto como en sueños al Fauno de las Marismas
Arena, mucha arena
¿Plagio?. Busca las diferencias.
Belleza
Llegamos a los árboles, puente sobre la arena
Algo se ve a lo lejos
Una pará antes de llegar a Palacio, el abrevadero de Hinojos
El escudo de Hinojos, con el "no madeja do"
Palacio
Los chanchullos mandan más que las tradiciones de siglos
Rodeamos Palacio ahora por su derecha, sin poder pasar por delante, como ha pasado siempre, para coger el último tramo de arena, más largo que el anterior. Vereda del Camino de Sevilla y Rocío.
Coto del Rey. Parque Nacional de Doñana. Otra flecha amarilla.
Inicio zona de sesteo. ¡Que bien puestos están algunos carteles!
Caballos libres antes de llegar al Ajolí.
"Aún espero en Dios y en su bendita Madre, flor y espejo de los caballos, que presto nos hemos de ver los dos cual deseamos: tu con tu señor a cuestas; y yo, encima de ti, ejercitando el oficio para el que Dios me echó al mundo".
Árboles y luces, llegamos al Puente del Ajolí
Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Puente del Ajolí
Página Unida:
A quien pueda interesar, como mero espectador y fedatario público de este acto, doy fe de que como debe corresponder a todo viaje iniciático,los asistentes fueron bautizados, asimismo indico que "El Fauno de las Marismas" y "Torpín de los bosques (marismeños)", ya hablaron de nuevos Caminos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)