domingo, 18 de octubre de 2009

CRÓNICA DE UNA PATEADA POR LA SIERRA DE GILENA

Crónica de una pateada... por la Sierra de Guilena

PRÓLOGO


Según hemos sabido
Allí llegó la primera
Fue un momento al hotel
Dejando allí la maleta.

Al momento preparada
Por allí ya se pasea
Haciendo algunas compras
Recorriendo toda Estepa.

Caminando por sus calles,
Subiendo todas sus cuestas
Por allí fue haciendo fotos
Porque ella es muy viajera.

El Cerro de San Cristóbal,
Vio desde arriba la Era.
Que lugares tan bonitos
De cuando joven yo era.

La Iglesia de la Asunción
Patrona de aquestas tierras
Remedios, Carmen, María,
Más Iglesias estepeñas.

La Torre de la Victoria
Palabra muy Cientounera.
La Torre del Homenaje...
tampoco es palabra fea.

La de la Victoria en la foto
Cual Giraldilla luciera
cuando de pronto se asoma
por el patio de banderas

Si no sabéis de quien hablo
Es de adopción motrileña,
Nacida en esa provincia
Que antes se llamó Gaiena.

Puede estar Motril orgullosa
de tener gente tan buena,
gran persona, cariñosa,
y además muy montañera.

Una sonrisa en la cara...
Y el alma muy Cientounera.

Hagamos ahora una pausa
Ya hablaremos… de la Sierra de Gilena.

La salida desde el Hacho… aquí comienza la espera.

PRIMER ACTO


Habíamos quedado en el Hacho
Pegado a la carretera
Lo primero los saludos
Luego… café, mollete, aceitera.

Casi todos van llegando
Y se nos hace larga la espera
No ha llegado Super Coco
El que los plátanos cuenta.

Y como tarda tanto
Y después de un rato llega
Le costará una ronda
O nos pagará la cena.

Pero no importa, cojones
Ha merecido la pena
Nada más llegar, ya le vemos
Con esa sonrisa eterna.

Viene bien preparado
Se trajo su pierna “buena”
No se trajo la de plástico…
La que parece de cera.

Cuanta gente allí reunida
Y por Dios cuantas banderas
Eso es lo que hay Señores
La bandera de nuestra tierra

Podría tener otros colores
Pero no sería la nuestra
La mía tiene los colores
Que corren por entre mis venas.

También está el estandarte
Que recorrerá la Sierra
De momento lleva un búho
No está clara… la mascota de la Peña.

Todo son risas, y charlas
Así será llevadera

Porque esto va tener guasa
Vaya recorrido… tela.


Un campo arado, el estiércol… y después una cantera

SEGUNDO ACTO


Y empezamos el camino
Después de tan larga espera
No todo va a hacer charlar
Vamos a mover las piernas

Cuanta gente, ¡Susmurais,
Pretorianos, a la guerra!
Un amigo de Casariche,
varios llegados de Estepa

Comenzamos el camino
Pronto entramos en faena
Los olivos, algún caballo
Y por fin una sorpresa

Hay que cruzar un trozo
recién arado, ¡ea!
y además recién abonado
por si bastante no fuera

Cuando salimos de aquello
Una cuesta nos espera.
Vamos subiendo despacio
Muy cerca de la Cantera

Vaya pedazo de cuesta
A la Ermita nos recuerda
Alguien quiere llevársela a Ronda
Si eso posible fuera

Y seguimos caminando
Tiramos a la derecha
Por un camino estrecho
Donde pasan bicicletas

Aunque cuando allí andas
Nunca tu te lo creyeras
Si no fuera por carteles
Que por el camino vieras

Por el camino escondida
La mala suerte me espera
Agazapada acechando
Por si yo me distrajera

Me doblo el tobillo… me caigo
Y ruedo por una ladera
Lo de ladera, es broma
Es por la rima “rimera”

Andrés se adelanta, me para
Pues la caída es de veras
Al momento mucha gente
Se preocupan… sacan crema

Seguid vosotros adelante
Que Rafa siempre a mi vera
Me acompañara al camino
Donde un coche nos espera

Allí esperamos sentados
A que todo el mundo vuelva
Y por no estar allí aburridos
Yo les cuento hasta mis penas

Después de un rato esperando
Vino el “Rey de la Cerveza”
Cargado de botellines
Que traía en una “hielera”

Con aceitunas “partías”
Patatas fritas loreñas
Y con tan buenos amigos
Uno piensa en cosas buenas.

Al pronto por el camino
A una marcha muy ligera
Como si allí mismo acompañaran
Al Santo Cristo de Mena

La Escuadra de Gastadores
Sale ya de la trialera
Fauno, Buda, La Sufrida
Que con Darío se cierra

Al llegar a nuestro lado
No se creen tanta sorpresa
Y no veas que bien entran
Con tanta gente sedienta

Al rato siguen su marcha
Más no puedo daros cuenta
Pues yo abandono la ruta
Pues no puedo con la pierna.

No os preocupéis amigos
Pues si la historia se presta

Aún no hemos terminado
Queda lo mejor… la fiesta


Los amigos, la comida… y además mucha cerveza

EPÍLOGO UNO: LOS PRESENTES


Nos sentamos allí todos
Reunidos en varias mesas
Algunos no se quedaron
Algunos allí no estuvieran

Pero éramos bastantes
Cerca ha, de la veintena
En el centro estaba Buda
Presidente de la Mesa

Los Guerreros Modositos
De Papua Nueva Guinea
Estaban allí a su lado
Sentados a su derecha.

Un Coronel argelino
Llegó de lejanas tierras
Con muchas cosas guardadas
Que traía en una maleta

Y entre las cosas venían
Aquellas banderas negras
En las que con letras doradas
Muy claro así se leyera:

“Yo me atrevo”, allí decía
Que me parece un buen lema
No sé que piensan Ustedes
Pero esas letras me suenan.

Es un artista escribiendo
Y aunque suspende en las cuentas
Le perdonamos los fallos
Por leer lo que escribiera.

Le gusta caminar temprano
Y mirar a las estrellas
Y ver ponerse el sol
Allí en Los Caños de Meca.
Otra cosa que le honra
Y contarla yo quisiera:
Tuvo en tiempo un buen amigo
Al que siempre con él lleva.

Y aunque se marchó aquí
Y se marchó de la tierra
Siempre camina consigo
Siempre lleva su correa.

Esto son cosas que a veces
No todo el mundo comprenda
Yo lo comprendí al instante
Porque yo perdí a mi perra.

Que caminaba conmigo
Fíjense si sería buena
Que nunca cazó nada
Nunca cogió ni una pieza.

En el campo entre trigales
Caminaba siempre suelta
Era un animal muy noble
Cariñosa, buena, atenta.

Pero sigamos contando
O nos entrará la pena
De los que estaban presentes
Reunidos en esa cena.

A su lado estaba Magua,
Ese indio… va cortando cabelleras
La Esposa de la Sufrida
La Sufrida Verdadera

Éste que cuenta la historia
Para que nada se pierda
A su lado estaba Oswald
Y allí el marido de Gemma

Ahora es hermano del bandido
Que se parece de veras
Rafa Iza, Cañete
Como veis Gente muy Fiera

Gemma, Ángeles, Manolo
Que con las fotos escribiera
Con todo detalle y lujo
La otra crónica tan bella

A su lado estaba el Bandido
Junto a él, en la camiseta
El símbolo de los GEO
Super Coco lo luciera.
Y cerrando estaba Juana
En la esquina de la mesa.

Creo haber nombrado a todos
Eran muchos, gente buena.

Recordar a los ausentes… venir todos no pudieran.

EPÍLOGO DOS: LOS AUSENTES


Y ya llegaron los brindis
Traiga Usted… otra cerveza
Primero por los Ausentes
Aquellos que no estuvieran

Por el amigo Quino
Que venir él no pudiera
No pudo venir ese día
Desde Málaga la Bella

También nos faltó el Che
En el mapa, algo más a la derecha
Nos faltaba Santigosa
Él que en hechizos creyera

Nos faltó Cayo Crastino
El preferido de César
Pero por culpa de males
hasta Madrid se nos fuera.

Y aunque en esta reunión
Él presente no estuviera
También es muy buena gente
Y eso tendremos en cuenta.

También echamos de menos
A las gentes cordobesas
Amigo Antonio, íbamos bien preparados
Pero nos faltó... tu petaca de reserva.

Faltó Runner, también el Hielo
¡Nos veremos en La Breña!
Luego faltaban las niñas
Algunas… de la Albufera

Por allí no estaba una amiga
Hija de esa cosa volandera
La Niña del Parapente
Como alguien le pusiera

Faltaba cuarenta y cinco
De los trucajes experta
Y otra niña que tiene
Un alma tela de bella

Con dos ojos como faros
Podría alumbrar la tierra
Ni el faro de Alejandría
Tenía esas tan lindas “candelas”.

Y llegamos al final… como siempre sucediera

EL FINAL


Casi todo está contado
Nada queda en la sesera
La visita, la llegada,
El desayuno, la espera

El camino, el recorrido,
El estiércol, la cantera
Aunque no hablé del calor
Que fue tela marinera

Y si algo he olvidado,
O algo no procediera
Quiero pedirles perdón
Por algo que no entendiera

Espero les haya gustado
Y que entretenido fuera
Me trajo buenos recuerdos
Que me hacía falta… de veras.

Antes de terminar
Yo quisiera…
Daros las gracias amigos
Porque sois de esta manera

Quien un amigo tiene
Dicen que un tesoro tuviera
Yo debo ser muy dichoso
Por teneros a mi vera

En los momentos difíciles
Se ve a la gente sincera
Y como escondido entre hojas
Un sabio hace mucho dijera:

Para sondear el corazón de amigo
Basta con que enfermo tu cayeras
Pues los que no son sinceros
Solo están para las buenas.

Me alegra el haberos conocido
Y aunque pesado parezca
No me canso de repetirlo:
Amigos, Nadie más. El resto es selva.