Es curioso como con el paso de los años se nos van quedando
marcadas determinadas fechas. A lo largo de la vida hay fechas que se han ido quedado en nuestra memoria, en algunos casos las recordamos tan solo como una
serie de números y algunos casos como cifras y letras, y que independientemente
que hayan marcado tu vida o no, siguen ahí de manera permanente, todos los de
mi generación recordamos aquel 20-N, se suspendieron las clases y nos dijeron que
nos fuéramos a casa deprisa, no sé que pensaban que iba a pasar.
O aquel 23-F,
de nuevo el miedo, volvía a casa de mis padres en el autobús, me había licenciado
de la “mili”, en enero de ese año, y justo causé baja el día 1 de febero, de
no ser así hubiera tenido que reincorporarme al cuartel, aquel 4-D, que luego pasó
a ser el 28-F, donde nos dijeron que nos levantáramos y pidiéramos tierra y
libertad, con lo de levantarnos ya vamos mal, que igual por eso algunos catalanes
piensan que nos mantienen a los andaluces, porque igual seguimos acostados.
Luego vienen nuestras fechas, desde el principio vamos con
fechas a cuestas, tu cumpleaños, tu santo, aquel día que conociste a esa persona
importante en tu vida, , el día que nacieron tus hijos, el día que empezaste en
tu nuevo trabajo, así empiezas a acumular fechas, 30 de diciembre, 7 de junio, 7 de agosto, 11 de julio, 30 de noviembre, 5
de junio, 22 de diciembre, fechas y fechas que te traen recuerdos agradables.
Y como no, también empiezas a acumular fechas que te traen
recuerdos desagradables, aquel día que perdiste a algún amigo porque nunca lo
fue o quiso dejar de serlo, y así empiezas a llenar esa mochila que todos
llevamos a cuestas, como dice mi amigo Ignacio, con esa fecha en la que
probablemente hiciste algo mal, o porque nadie se preocupó de
preguntarte que te pasaba; y ya se sabe: "Excusatio non petita, accusatio manifesta";
O esa fecha en la que dejaste de ser importante para
personas que forman parte de tu vida, así llegadas estas “fechas tan
entrañables” como se decía en el discurso del rey, no en el de Colin Firth, en
el del otro, no puedes dejar de recordar esas otras fecha 7 de noviembre, 6 de
enero, pero la vida es así, la energía ni se crea ni se destruye, y las fechas
no dejan de acumularse en tu memoria, las buenas y las malas.
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