Tal día como hoy:
Tal día como hoy, 21 de septiembre, pero de 2010, se publicó "Guitar Heaven: The Greatest Guitar Classics of All Time", de Carlos Santana.
Siempre me ha pasado con Carlos Santana, lo que al Cabo Gutierrez con Faulkner, aunque si mi memoria no me falla, no fué él quién me enganchó a la música.
Primero fueron Pink Floyd, recuerdo perfectamente como he comentado alguna vez por aquí, cuando los oí por primera vez, y si tuviera la habilidad de Natalie Davis sería capaz de reproducir (casi) a la perfección ese momento, el mobiliario, donde estaba cada cosa, y donde estaba mi amigo Fernando, y yo, creo que a mi derecha estaba sentado otro compañero de clase, pero no le pongo cara, tendría que ponerla oculta.
Luego fue Derek and The Dominos, con ese "Layla y otras variadas canciones de amor", grabado en una "cinta", y la portada reproducida a escala, dibujada con Rotring, habilidades de José Antonio, que para eso era delineante en Astilleros.
Luego Emerson, Lake and Palmer, recuerdo cuando oí su "Trilogy" por primera vez, luego creo que vendrían Camel y probablemente Supertramp, después Stevie Nicks, con lo que vamos hacia Fleetwood Mac de cabeza, Jon & Vangelis, con los que llegaríamos a Yes, pero esto ya no lo recuerdo con exactitud.
Antes de todo esto oía la música, donde Donna Summer dijo que habían leido una carta, que debió caerse de un viejo abrigo marrón, en aquel aparato que te decía Nanci Griffith que oyeras cuando no pudieras encontar encontrar algún amigo.
Que tiempos aquellos, oíamos a lo que incluso dedicaron una película, y que al título le puso música Steely Dan.
Más tarde ya vinieron aquellas cosas negras, como las lágrimas a las que escribió Miguel Matamoros.
Y en aquellas cosas negras, empecé a tener toda la discografía de Carlos Santana, luego ya me pasaría al cd.
Cuando pequeño, en mi calle vivían pocos niños, pero dos casas más abajo, vivía Francisco Luis, sus abuelos tenían un piano, no de cola, y a mi me gustaba pulsar las teclas, no diré tocar, por las connotaciones, que mi conocimiento no tenía.
Estaba medio abandonado, y aunque conservaba todas aquellas cosas de los colores a los que cantaron Stevie Wonder y Paul McCartney, estaba desafinado y sonaba fatal. Una lástima, igual si hubiera sonado bien, me hubiera aficionado y quien sabe si hubiera aprendido a tocar.
Evidentemente, en el piso donde vivía, no teníamos piano, no teníamos ni televisor, así que mucho menos un piano.
Eran otros tiempos, en aquellos años, no aprendías a tocar la flauta en el colegio, como sucede ahora, y como mucho, mis conocimientos "musicales", se limitaban a cantar, por obligación, antes de entrar al colegio. Como era temprano, estaba oscuro por lo que tampoco había que situarse en una posición especial, por lo que en aquel momento, no aprendimos ni estaban los puntos cardinales.
Ahora, como no aprenda a tocar el Whistle, que creo tiene dos agujeros menos que una flauta, no me veo aprendiendo a tocar otro instrumento.
Lo de intentar "emular" a Santana, descartado, con la artritis dudo que pueda pulsar las cuerdas con firmeza.
Así que hoy la música, será de Carlos Santana, de este álbum, en el que tocó los más grandes clásicos de guitarra de todos los tiempos, como dice el título. En este caso acompañado por un cantante que era el favorito de la vecina del piso de abajo, cuando viví en el primer piso que me compré con mi dinero, ganado, tabajando como también decía Donna Summer en aquella canción, ojo, solo el adjetivo del trabajo, que mi trabajo era otro, menos sufrido.
Si, también me suelo acordar de los grupos o cantantes favoritos de alguien, que le vamos a hacer, es una inútil habilidad que tiene uno.
Deberíamos volver a nacer, con la experiencia de lo vivido, pero no reencarnado en hormiga, por aquello del karma, que nos enviaran de vuelta. Si así fuera yo prometo que aprendería a tocar algún instrumento, pero de lo que si estoy seguro es que haría como Chris Nielsen, y os garantizo que no perdería el tiempo, no pararía hasta cumplir mi sueño, que no siempre se tiene una segunda oportunidad.
Y por cierto tal día como hoy, pero de 1902, nació Luis Cernuda, poeta y crítico español de la Generación del 27.
«No es el amor quien muere, somos nosotros mismos».
https://youtu.be/7KzkCqi94Gs?si=9uhZxa82HA8SqFVG