De como una hora y media da para mucho, o como convertir un entrenamiento por un camino polvoriento y solitario, en una historia algo menos aburrida.
Como buenos Pretorianos, no debemos olvidarnos de que el verano no solo es para relajarse, o en todo caso, no debemos olvidarnos que a nosotros nos gusta relajarnos a nuestra manera, no obstante, siempre hay algo que nos recordará nuestro deber, el Credo y de que nadie dijo que ser Pretoriano fuera fácil, así que en el lugar más inesperado, encontraremos pequeños "guiños", que nos harán regresar a nuestros entrenamientos, a nuestros paseos, y a nuestras caminatas, y para ejemplo, una muestra:
Asi que mejor que retomar los entrenamientos, tomando un nuevo camino, en parte explorado, pero hoy le daremos un nuevo rumbo, al llegar a la Vereda Real en lugar de tirar hacia la derecha buscando el carril bici de Valencina, mal llamado carril bici de Gines, iremos hacia nuestra izquierda a ver que pasa.
Salimos de la noble Villa de Valens y encaminamos nuestros pasos en dirección contraria a la ruta habitual, hoy no veremos el lugar que nos recuerda a la biblia del oso, el monasterio construido por áquel que esperaba que sus restos descansaran allí en paz, sin saber que antes tendría que dar sepultura en aquel lugar a los de su hijo.
"AQVI IACE DON ALONSO PEREZ DE GVZMAN QUE DIOS PERDONE, QVE FVE BIENAVENTURADO, Y QVE PVGNO SIEMPRE EN SERVIR A DIOS, Y A LOS REYES Y FVE CON EL MVY NOBLE REY DON FERNANDO EN LA CERCA DE ALGEZIRA Y ESTANDO EL REY EN ESTA CERCA FVE EN GANAR A GIBRALTAR. Y DESPVES QUE LA GANO, ENTRO EN CAVALGADA EN LA SIERRA DE GAVSIN. Y TOVO HAZIENDA CON LOS MOROS MATANDOLE EN ELLA A IX DE SETIEMBRE. ERA DE CIC.CCC.XL.VII"
A punto de abandonar el pueblo, una calle nos recuerda que en el año 714 Abdalaziz, consiguió que Hispalis ya no fuera Hispalis:
A pocos metros, la calle en honor del Divino Julio, nos indica que dejamos el pueblo para meternos en el camino:
Pero no todas las calles son iguales, 534 años de ocupación no fueron suficiente, o algún lector de las aventuras de Cayo Crastino, o de las andanzas de César: el Rubicon, las Termopilas, Alesia, Filipos, Farsalia, Tapso, Munda y Actium, o tal vez aburrido de que no llegara el correo, creó un segundo cartel, yo como romantico que soy, me vais a permtir que prefiera la primera de estas opciones:
Lo dicho a partir de ahora, apenas pasados diez minutos, tendremos a los olivos como compañeros de camino:
Cruzamos una carretera, y nos encaminamos hacia el Dolmen de Matarrubilla:
Que estas tierras, antes de romanos y árabes, unos 2000 años antes de Cristo, en la edad del cobre, eso dicen, ya tenía moradores:
A pocos metros, un picadero, durante un buen rato, el silencio solo será roto, por los ladridos de los perros, el relinchar de algún caballo, algún pájaro y los insectos que perezosos terminan de despertarse de la siesta, y por el peor ruido de todos, el graznido de los hombres.
Salimos a La Vereda Real, y tiramos a nuestra izquierda:
Cruzamos la carretera que une Castilleja de la Cuesta y Castilleja de Guzmán:
El cártel que nos avisa de que está prohibido tirar basura bajo multa de 50.000 pesetas, además de indicarnos que siempre hay quien no hace mucho caso a los cárteles, de que la conversión a euros no ha llegado hasta aquí, también nos indica que estamos en el termino de Castilleja de Guzmán.
Al cruzar la carretera retomamos el camino, y al fondo ya se divisa Sevilla, con su erección permanente a la izquierda de la foto.
Curioso, pocos metros separan a estas gallinas que comen junto al camino, de esos pisos tan modernos, que parecen botes de gel de ducha:
Pasada esta zona de picaderos y establos, de nuevo se abre el camino, los olivos solitarios parecen acercar sus brazos al camino para saludarnos a nuestro paso:
A nuestra derecha, en una casa, un perro probablemente envidioso de nuestra libertad, nos ladra:
A nuestra derecha Cervantes, estamos en la civilización, terreno asfaltado, bajamos un poco, pues cuanto más bajemos más tendremos que subir, aunque de todos modos no será mucho; sobre la tapia del Cervantes, el simbolo de la cúltura de todos los tiempos, se convierte en muestra de la incultura de estos tiempos:
Giramos a la izquierda para dirigirnos hacia Caño Ronco, si es que esto no lo es ya también.
Que buenos salieron aquellos maceteros de la Expo:
Y a nuestra derecha, una magnifica cuesta nos invita a subirla, y probablemente a acercarnos a terreno Tartessico, pero eso será otro día:
Llegamos a la parada del autobús, linea 171, que aquí no llega la 101, la circular del Aljarafe.
Tomamos un pequeño sendero, aunque no os asustéis no subiremos allí arriba, aunque el arbolito parece estar llamándonos:
Nosotros tiraremos a la izquierda para subir allí arriba, justo donde los rayos del sol no nos deja ver:
Tenemos el sol de frente y justo por ahí hay una subida, me hubiera gustado no hacer las fotos a contraluz, pero por más que insistía el sol se empeñaba en seguir su camino ignorándome:
Ahí la tenéis, no es como subir al Mont Blanc, pero algo es algo:
Aquí de cerca, empezamos a subir:
A media cuesta, por si fallan las fuerzas o el agarre de las zapatillas, un alambre abandonado parece echarnos una mano:
Un único trozo de alambrada abandonada alrededor de un tronco, nos sirve de referencia, hacia donde dirigirnos:
De nuevo el sol nos oculta nuestra próxima referencia, algo que de lejos nos recuerda a un hito, pero luego de cerca veremos que no lo es:
Solo se trata de un trozo de tronco:
Seguimos subiendo, aunque no tan arriba:
¿Os dije que no subiríamos hasta el árbol?, ¡os mentí!
La misma parada de autobús vista desde arriba:
Cuando abandonamos la parte más alta el camino se hace más grande:
Y mientras a nuestra izquierda saludamos a Cervantes, al fondo se ve la civilización: "El Señorío de Guzmán":
A nuestra derecha, al fondo, nuestro próximo objetivo, los jardines de Forestier:
Una imaginaria muralla sobre la que pronto pasaremos. Me gusta imaginar que las siete princesas que buscaban, están aquí enterradas; y al pasar sonrío pues sólo ellas y yo sabemos la verdad:
Llegados al Señorío una valla lo rodea, mejor, yo no tengo intención de entrar, y con suerte tampoco salga nadie:
A nuestra derecha, una bajada nos llevará hacia Castilleja de Guzmán:
Al acabar la cuesta, una alambrada cortada, nos indica que a alguien se le ocurrió cerrar esto, igual pensaba que esta carretera era una autopista en realidad, o que igual no era bueno que la gente saliera al campo:
Y luego una cuesta arriba, ¿la reconoceis?, la de Fasa, la de la carrera de Gines, ¿cuantas veces hábeis subido por ella?, perdonad que deje de escribir durante unos momentos, me he propuesto subirla corriendo, como debe ser; quien me iba a decir a mi, que ocho años después de pasar por ella la primera vez, me vendría a vivir a unos pocos kilómetros de aquí:
Y ya arriba el cartel que nos anuncia el Palacio de los Condes de Castilleja y los Jardines de Forestier:
No sé si los Condes de Castilleja serían muy importantes, pero no se puede negar que escudo de armas, si que tenían, y que además tenía de todo:
En la tapia, un ángel parece anunciar que se acabó la cuesta:
"El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz que salía de los cuatro ángulos del altar de oro que está delante de Dios, la cual decía al sexto ángel, que tenía la trompeta: Suelta sobre el río Eufrates a los cuatro ángeles que están encadenados"
Apocalipsis 9.13
Y el mismísimo Ebony sale a recibirme:
Llegamos al ¿Bronx?, un lugareño con su traje regional, pasea a su perro; no hay nada como conservar nuestras raices, sin copiar las de otros:
Plaza de San Benito:
¿Habéis visto algún mensaje subliminal en esta foto?.
Iglesia de San Benito, en su interior un Cristo de pasta, con cuatro clavos:
"Recuerda el horror y la tristeza que sufriste camino al lugar donde te aguardaba una cruz, cuatro clavos y los verdugos cuando toda aquella turba se apretujaba a tu paso, y te golpeaba e insultaba impunemente, haciéndote víctima de las más espantosas crueldades." (Revelaciones - Santa Brígida)
¿Cual debe ser el patrón de este pueblo?, si no lo sabéis aún os daré una pista más.
Bueno, sigamos adelante, a ver si con suerte, los buenos deseos se convierten en realidad:
El dolmen de Montelirio, ahora objeto de estudio, ¿buscarán aquí a las princesas?:
Ahora es un lugar de interés cultural, pero hace poco, aquí querían levantar "Residencial Montelirio"; solo ha quedado el nombre, se ve que las letras de Residencial eran de mejor calidad, o a la palabra Montelirio le afectó la crisis:
Cementerio Municipal de San Benito:
Hasta los bancos son de Benito:
Saludamos a sus silenciosos moradores y continuamos rodeandolo; este camino nos llevará a Valencina:
Valencina = Repetidores. ¿Se verá muy bien la tele?, ¿no?, eso preguntan siempre:
Casi escondido en el paisaje, el dolmen de la Pastora:
Justo enfrente, uno de los repetidores, tan cercanos y tan alejados en el tiempo:
Es curioso, si ya por aquí había pobladores 2000 años antes de Cristo, ¿creéis que esto seguirá en pie dentro de otros 4000 años? ¿alguien entrenará por aquí?.
Valencina, mi calle, como veis la incultura no distingue entre escritores y cantantes:
Nota: Si has caído en el detalle de que Las Termopilas nada tienen que ver con Julio César y si con los espartanos, enhorabuena; en caso contrario recuerda que no debes creerte todo lo que lees. ¡Cuanto tenemos que agradecerle a Frank Miller!
Por cierto, Actium tampoco, en ella Octavio derrotó a Marco Antonio, pero no fue Cesar, fue Octavio el mismo de los emeriti.
"Y la luz en las tinieblas resplandece, mas las tinieblas no la comprendieron"
Juan I:5